El mercado de la vivienda empieza a registrar los primeros síntomas de ralentización y a las menores subidas de precios se suma también la caída de las ventas. Así, según los datos de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), el volumen de transacciones de las agencias ha sufrido un descenso interanual medio del 15% durante el tercer trimestre del año.