Tras meses de depreciación, la libra apela a la íépica para remontar
Cristina Triana en El Economista
Llegó el rebote. Despuíés de meses depreciándose respecto al euro, la moneda británica ha conseguido rebotar. Lo ha hecho con todo en contra, especialmente con una bajada de tipos de interíés hasta mínimos históricos. A ver si aguanta las que vendrán. Los movimientos en las divisas en los últimos meses están siendo una gran oportunidad para los inversores a corto plazo que realizan operativa con contratos por diferencias. La que últimamente está más calentita es la libra esterlina.
Tras muchos meses de depreciaciones respecto al euro, el cambio de ejercicio ha venido acompañado de un fuerte rebote, que casi alcanza ya el 10 por ciento. Una recuperación que, sin embargo, no está secundada ni por la recuperación económica, ni tampoco por la política de tipos de interíés.
Esta semana, el Banco de Inglaterra, en un hecho histórico, ha colocado el precio del dinero en el Reino Unido en el 1,5 por ciento, pero esto no ha impedido que la divisa continuara rebotando. Nunca el precio del dinero había estado tan barato para los británicos, que ya han visto como en siete ocasiones consecutivas como el banco central ha aliviado su política monetaria y todavía se podrían dar más pasos hacia delante (Reino Unido es uno de los países que más está notando la crisis inmobiliaria).
No se descarta, además, (especialmente porque algunas autoridades del Banco de Inglaterra ya lo ha dejado caer) que la entidad emule a Estados Unidos y el precio del dinero se acerque más hasta el cero por ciento, tal como sucede en la primera economía del mundo. Y la libra lo notará.
No afectará al euro a largo plazo
Aunque se espera que el Banco Central Europeo (BCE) no se quede al margen de los recortes en el precio del dinero (se reúne la próxima semana), algunos expertos creen que estas decisiones, si bien pueden afectar a corto plazo al euro, no cambia su tendencia. Por el momento, la divisa europea continúa siendo la favorita a largo plazo, aunque las previsiones pueden cambiar. Hace unos meses, se esperaba que el dólar se recuperara a largo plazo, pero las previsiones han cambiado. Luego para aprovechar los movimientos de las divisas parece que lo único que compensa, porque puede ser más fácil de prever según vayan saliendo datos macroeconómicos, es operar a corto plazo. Y los movimientos están siendo significativos.
Aunque el más brusco lo ha protagonizado la libra respecto al euro, el dólar tambiíén ha aprovechado las cirscunstancias para rebotar. Y se aprecia alrededor de un cinco por ciento en los últimos días. La patata caliente ahora, para tomar el pulso a la evolución del euro ahora, la tendrá el BCE. Se espera que el organismo que preside Jean Claude Trichet coloque el precio del dinero en el 2 o 2,25 por ciento. Cualquier movimiento extra a la baja o bien que el discurso del presidente sea menos duro de lo habitual (destacando cómo se han relajado las tensiones inflacionistas o incluso hablando de los peligros de que caiga los precios) podrían debilitar a corto plazo al euro. La cita es el 15 de enero, pero sea muy cauto. Coloque un stop loss por lo que puede pasar