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Autor Tema: Los problemas de las concesionarias atascan el negocio de las autopistas  (Leído 485 veces)

Zorro

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Los peajes en entredicho: Los problemas de las concesionaria atascan el negocio de las autopistas

Ruth Ugalde en El Economista

El precio del petróleo, la huelga de transportistas y la crisis han sido todo un bache para las concesionarias. ¡Hasta coger el coche se ha vuelto caro! Y eso que la gasolina acumula una caí­da del 70 por ciento desde los máximos que marcó a mediados de julio. Pero el peaje... ¡Cómo cuesta pagar esos euros de más por una escapada de fin de semana! Mejor quedarse en casa, o aprovechar el transporte público para visitar los innumerables rincones que permiten redescubrir cualquier pueblo o ciudad de España. La caí­da del tráfico en las principales autopistas españolas ha sido paulatina a lo largo de todo el año 2008.

Y por diferentes motivos -huelga de transportistas, precio del petróleo y crisis económica- se ha terminado creando un atasco en la actividad de las grandes concesionarias de peaje de este paí­s: Abertis, Cintra e Ití­nere.

Sin embargo, tambiíén es cierto que todas ellas cuentan con el airbag del incremento de tarifas, un colchón que les ha permitido seguir elevando ligeramente sus ingresos a pesar del descenso de la actividad.

Pero retrocedamos a la salida antes de llegar a la meta.

Todo explotó en junio
El 9 de junio de 2008 es una fecha que ha quedado grabada en la memoria de todas las compañí­as españolas de autopistas, por el negativo impacto que tuvo en su negocio. Esa medianoche, nada más marcar las agujas del reloj el primer minuto de aquel negro lunes, los transportistas comenzaron una huelga indefinida que terminó durando una semana.

Sus efectos sacudieron a numerosos sectores de la economí­a española, con la amenaza del desabastecimiento creando psicosis entre la población. Entre sus principales daños colaterales destaca la caí­da del tráfico en las autopistas. Un argumento que, a partir de aquel momento, utilizaron todas las compañí­as para justificar el descenso de su negocio.

Ití­nere, por ejemplo, cuando presentó los resultados del primer semestre dejó claro que "si se excluye el efecto negativo ocasionado por la huelga del transporte del mes de junio, el crecimiento de la Intensidad Media Diaria (IMD, principal indicador del tráfico) hubiera sido del 2,5 por ciento", frente al 1,9 por ciento que tuvo realmente.

Más padeció Abertis, que cifró en una caí­da del 4 por ciento en la IMD de junio el impacto del paro de los transportistas; y del 0,7 por ciento dentro de todo su tráfico del primer semestre del año.

Siguió el petróleo
El paro de los transportista era sólo el principio de la larga carrera de obstáculos que sufrieron las concesionarias durante el pasado ejercicio. El progresivo aumento del gasóleo, detonante de la huelga de transportistas, tambiíén fue haciendo poco a poco mella en los bolsillos de todos los españoles, que vieron temerosos como el barril de petróleo llegó a marcar un máximo histórico de 147,5 dólares (108,13 euros) por barril.

Aunque las compañí­as están divididas a la hora de calibrar el impacto que tiene el aumento del carburante en el tráfico de sus autopistas, en su mayorí­a lo citan como un factor que ha jugado en contra de sus intereses durante 2008, pero sin atreverse a cifrar el alcance exacto.

Y alguna relación debe existir cuando los tráficos que tienen estas compañí­as en paí­ses vecinos de economí­as similares, como Francia, tambiíén se están resintiendo en sus tráficos. Quizás el mejor ejemplo sea Sanef, la Sociedad de Autopistas del Norte y el Este de Francia, propiedad de Abertis, cuyas últimas cifras oficiales (tercer trimestre de 2008) recogen un descenso del 1,1 por ciento en su IMD, aunque los ingresos aumentan un 4,1 por ciento.

En Estados Unidos la cosa no cambia
En Estados Unidos, las cosas no están mejor. Ahí­, Cintra ha sufrido una caí­da del 9,9 por ciento en el tráfico acumulado de Chicago Skyway hasta septiembre; y del 7,7 por ciento en Indiana Toll Road. No obstante, estos fuertes recortes está afectados por otros elementos.

En el caso de Chicago Skyway, la ampliación de capacidad de una ruta alternativa ha sido un duro golpe para los intereses de la autopista; mientras que el tráfico de Indiana Toll Road, en su sección más abierta, se ha visto afectado por el cierre temporal del enlace I-65, que desvió el tráfico hacia otras ví­as.

Pero, aunque apuntes como íéstos deban tenerse en cuenta, destaca que sean las autopistas de las economí­as más desarrollas las que están sufriendo de manera más significativa un atasco en su negocio. En cambio, las ví­as de pago que tienen Cintra, Ití­nere y Abertis en Latinoamíérica muestran un significativo crecimiento.

Quizás, porque sus economí­as en desarrollo percibieron de diferente manera el incremento del precio del petróleo. Y, quizás tambiíén, porque tienen otra manera de hacer equilibrios ante la crisis financiera. Y íésta sí­ que ha sido la puntilla.

¿La solución? Subir las tarifas
Tradicionalmente, las concesionarias de autopistas han presumido de ser un valor refugio, un negocio seguro, gracias a sus ingresos recurrentes y al hecho de tener ligadas las tarifas al incremento de la inflación. De hecho, este cinturón de seguridad les ha permitido cosechar unos resultados económicos mejores que los operativos..., aunque cada vez menos.

Por ejemplo, en el primer trimestre de 2008, las autopistas de Abertis ingresaron un 5,2 por ciento más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, hasta alcanzar los 303 millones de euros; aunque el tráfico medio apenas se incrementó un dos por ciento. En cambio, en el tercer trimestre (último con cifras auditadas) la facturación se recortó un 2,5 por ciento, resintiíéndose del recorte del 4,9 por ciento en la IMD.

Ití­nere, al menos hasta septiembre, ha conseguido salvar el año en positivo, pero tambiíén refleja los efectos de las crisis en sus menores crecimientos: hasta marzo los ingresos en España le crecieron un 12,8 por ciento; cifra que se redujo al 6,1 por ciento en el primer semestre; hasta quedarse en un discreto incremento de los ingresos del 3,85 por ciento en el tercer trimestre.

Pero quizás sea Cintra el perfecto espejo para reflejar este triángulo de las Bermudas en que han trabajado las compañí­as españolas durante 2008, gracias al amplio abanico de paí­ses donde opera. Presente en Estados Unidos, Canadá, Chile, España e Irlanda, la compañí­a admite, en sus presentaciones ante analistas, que la crisis financiera ha hecho y está haciendo mella en sus tráficos nacionales y norteamericanos, en cambio, confí­a en la buena conducción de sus ví­as chilenas, cuyas IMD han crecido entre un 4 y un 7 por ciento durante los nueve primeros meses de 2008.



Voy del oro a Squirrel Media y tiro porque me toca.