Por... Paul Ausick
Como el número de muertos y el impacto económico del brote de coronavirus no se conocerán con precisión hasta que termine la epidemia, contemplar solo el impacto en el mercado de valores es instructivo . Desde la última semana de febrero, los mercados de EE. UU. han caído aproximadamente un 15%. Eso representa aproximadamente la mitad de la disminución que siguió a la caída del Black Friday del 31% y la caída del 28% tras el colapso de Lehman Brothers en 2008.
Investigadores en Australia han modelado el impacto potencial de un año del brote de coronavirus en siete escenarios diferentes utilizando tres medidas de la intensidad de la epidemia en China. El primero es la tasa de ataque, el número de personas que contraerán el virus de la población total. El segundo es la tasa de letalidad, la proporción de los que mueren por la infección, y el tercero es la tasa de mortalidad, la proporción de la población total que muere.
Tres de los escenarios de los investigadores se aplican solo a China y los otros cuatro fueron modelados para todo el mundo. Estos tres simulan una gravedad baja a alta para todo el mundo. Los seis de estos modelos simulan un impacto de un año. El séptimo modela un escenario de baja intensidad (usando supuestos ligeramente diferentes) que es permanente, lo que significa que una pandemia leve se repite anualmente por un futuro indefinido. En el séptimo escenario, los impactos de un año en la vida y la riqueza se repiten indefinidamente.
Según las simulaciones de los investigadores, una pandemia de baja intensidad podría matar a más de 15 millones de personas , mientras que un brote de intensidad media podría matar a casi 38 millones y una pandemia de alta intensidad podría matar a más de 68 millones. La pandemia de gripe española de 1918 y 1919 mató a entre 20 y 50 millones de personas en todo el mundo.
La pérdida de vidas iría acompañada de una fuerte caída en la producción económica mundial medida por el producto interno bruto. En 2019, el PIB global ascendió a un estimado de $ 87.3 billones. En una pandemia mundial de baja intensidad, se perderían alrededor de $ 2.3 billones (2.7%). En una pandemia de intensidad media, la pérdida aumentaría a $ 5,3 billones (6,1%), y una pandemia de alta intensidad reduciría $ 9,2 billones (10,5%) del PIB mundial este año.
Solo en los Estados Unidos, el número de muertes por un año oscilaría entre 236,000 y 1.1 millones y el impacto económico oscilaría entre $ 420 mil millones y $ 1.8 billones.
En su conclusión, los autores escriben:
Se requerirá una variedad de respuestas de política tanto a corto plazo como en los próximos años. A corto plazo, los bancos centrales y los bonos del Tesoro deben asegurarse de que las economías perturbadas continúen funcionando mientras continúa el brote de la enfermedad. … Si bien la reducción de las tasas de interés es una posible respuesta para los bancos centrales, el shock no es solo un problema de gestión de la demanda, sino una crisis multifacética que requerirá respuestas de política monetaria, fiscal y de salud. Poner en cuarentena a las personas afectadas y reducir la interacción social a gran escala es una respuesta efectiva. La amplia difusión de las buenas prácticas de higiene ... puede ser una respuesta de bajo costo y altamente efectiva que puede reducir el alcance del contagio y, por lo tanto, reducir el costo social y económico.
Probablemente no hace falta decir que es poco probable que las respuestas de la política fiscal y de salud global cuesten $ 2,3 billones al año. El Congreso y el presidente acaban de autorizar $ 8.3 mil millones para combatir el coronavirus en los Estados Unidos. Incluso si el gasto de los Estados Unidos en la lucha contra las amenazas epidemiológicas fuera el doble o el triple, el total está muy lejos de los $ 420 mil millones.
