Fuentes financieras apuntan a que es Apollo el fondo de capital riesgo con más apetito por entrar en el mercado español en cuanto se levante el estado de alarma y las cosas vuelvan a una cierta normalidad. Junto a él se sitúan otros sospechosos habituales: Carlyle, KKR, Blackstone o Cerberus. Preparan el abordaje sobre firmas –tanto cotizadas como en manos de unos pocos accionistas– que estén necesitadas de grandes inyecciones de capital para sobrevivir.