El Gobierno prevíé un rebote muy complicado de la economía en 2010
Publicado en Expansión por David Gracia
El estado acumulará un agujero extra de 30.000 millones en 2009, con los que sólo podrá salvar del desempleo a unas 230.000 personas en tres años. el paro se adueña de la legislatura.
La psicosis financiera borra rápidamente cualquier previsión. Al igual que las intenciones políticas. El vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, que en septiembre insistía que “en ningún caso†llegaría España a vivir una recesión, aceptaba ayer la mayor de la historia reciente. La economía nacional se enfrenta a un escenario “extremadamente difícilâ€, pero en 2010 volverá a repuntar “con fuerza†y “recuperará su crecimiento potencialâ€, prevíé ahora el Ejecutivo.
Esa fortaleza se traduce, según los números de La Moncloa, en un crecimiento del 1,2%, un avance del consumo privado del 0,7% y una creación de empleo de sólo el 0,2%. “En ningún caso llegaremos a cuatro millones de paradosâ€, replica Solbes a las voces más agoreras. Pero en ningún caso tampoco, las previsiones del Gobierno ofrecen la garantía de que el paro deje de afectar a tres millones de personas. Al menos, durante lo que queda de legislatura –para ello, la tasa de paro debería volver a situarse en el entorno del 11% ó 12%–.
Solbes juega ahora al equilibrio. A corto plazo prefiere quedarse en la banda de previsiones más pesimistas. Pero a medio plazo, deja terreno para un triple salto sobre la cuerda. El director del servicios de estudios de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), íngel Laborda, considera que el Ministerio de Economía ha sido realista en 2009, pero admite que es “imposible†una recuperación como la que Solbes propone en 2010.
El lastre de la recesión, la mayor desde la díécada de los cincuenta, es demasiado pesado. El mediático Plan E, de estímulos económicos, parece demasiado corto para reflotar la agonía del mercado laboral. “Sus efectos se sentirán plenamente en los próximos mesesâ€, afirma el Gobierno. Pero sus cifras arrojan un balance algo más pobre. El Estado engordará su díéficit este año en 30.000 millones de euros más, hasta superar los 65.000 millones (5,9% del PIB).
Pero este importante esfuerzo en el gasto público sólo logrará recortar un punto la tasa de paro durante los próximos tres años (seguirá en el 15% en 2011). O lo que es lo mismo, salvar del desempleo a unas 230.000 personas –tomando como referencia la población activa en 2008, de 22,9 millones de personas–.
Solbes advierte signos positivos en el patrón económico. Entre otras cosas, argumenta que, una vez se recupere la senda de crecimiento, España dependerá menos del sector de la construcción, habrá conseguido reducir su deuda frente al exterior y gozará de un escenario de precios más estable. Siempre que la bestia del mercado energíético, el petróleo, continúe hibernando.
Pero los desequilibrios de la recesión parecen más acuciantes. España tardará, al menos, cuatro años para rebajar de los tres millones el número de parados. Y un periodo similar necesitará para devolver las finanzas públicas a un tono saludable. España ha roto por primera vez el Pacto de Estabilidad y Crecimiento que marca Bruselas y el díéficit estimado para 2009 duplica el límite permitido por la Comisión.
En septiembre, Solbes aseguraba en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2009 que si España se enfrentara a un díéficit fiscal mayor del 3%, la “prioridad†sería “recortar el gastoâ€. Pero al igual que las previsiones de crecimiento, el vendaval financiero ha enturbiado los objetivos de La Moncloa. “Es difícil reducir los gastos en un apartado distinto al de la inversión pública. Los Presupuestos ya estaban muy ajustadosâ€, sentenciaba ayer.
Retraso en las reformas estructurales
Para recuperar el impulso de la economía, es “imprescindible continuar con las reformas estructuralesâ€, reiteró ayer hasta en tres ocasiones el vicepresidente económico, Pedro Solbes. Aunque reconoció que “la acumulación de tareas†ha retrasado la convocatoria de la mesa de partidos que, supuestamente, deberá consensuar esas reformas.
Pese a los mensajes, el Gobierno todavía no tiene muy claras cuáles serán esas reformas estructurales. “Deberíamos debatir algunos asuntos como la nueva Directiva de Serviciosâ€, dijo Solbes, que no dio más detalles. Ideas no le faltan, porque en los últimos años la Comisión Europea, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI) han recomendado, sin mucho íéxito, emprender algunas de calado. Entre ellas, la revisión del sistema de pensiones, la flexibilización del mercado de trabajo, la apertura de los mercados más regulados o la transformación del mercado del alquiler.