El fiscal general William Barr dice que el presidente Donald Trump despidió a Geoffrey S. Berman, el fiscal federal jefe en Nueva York, luego de que se negó a renunciar. Texto completo de su carta a continuación:
Estimado señor Berman:
Estaba sorprendido y bastante decepcionado por el comunicado de prensaLo liberaste anoche. Mientras discutíamos, quería la oportunidad de elegir a un distinguido abogado de Nueva York, Jay Clayton, para que lo nominara como Fiscal de los Estados Unidos y esperaba su cooperación para facilitar una transición sin problemas. Cuando el Departamento de Justicia informó al público sobre la intención del Presidente de nominar a su sucesor, entendí que estábamos en conversaciones en curso sobre la posibilidad de que permanezca en el Departamento o la Administración en uno de los otros puestos de alto rango que discutimos, incluido el Abogado Asistente General de la División Civil y Presidente de la Comisión de Bolsa y Valores. Si bien le informamos al público que saldría de la oficina del Fiscal Federal en dos semanas, todavía esperaba que su partida pudiera ser amigable.
Desafortunadamente, con su declaración de anoche, ha elegido el espectáculo público sobre el servicio público. Debido a que ha declarado que no tiene intención de renunciar, le he pedido al Presidente que lo retire hoy, y él lo ha hecho. Por ley, la Fiscal Adjunta de los Estados Unidos, Audrey Strauss, se convertirá en la Fiscal Interina de los Estados Unidos, y anticipo que servirá en esa capacidad hasta que se establezca un sucesor permanente. Ver 28 USC 541 (c).
En la medida en que su declaración refleje un malentendido sobre cómo puede ser desplazado, está bien establecido que un Fiscal de los Estados Unidos designado por el tribunal está sujeto a la remoción por parte del Presidente. Ver Estados Unidos v. Solomon, 216 F. Supp. 835, 843 (SDNY 1963) (reconociendo que el "Presidente puede, en cualquier momento, destituir al Fiscal de los Estados Unidos designado judicialmente"); ver también Estados Unidos v. Hilario, 218 F.3d 19, 27 (1er Cir. 2000) (mismo). De hecho, el poder de nombramiento de la corte se ha mantenido solo porque el Ejecutivo conserva la autoridad para supervisar y destituir al funcionario.
Su declaración también implica erróneamente que su permanencia en la oficina es necesaria para garantizar que los casos que ahora están pendientes en el Distrito Sur de Nueva York se manejen adecuadamente. Esto es obviamente falso. Espero que la oficina continúe manejando todos los casos en el curso normal y de conformidad con las normas, políticas y orientación aplicables del Departamento. En el futuro, si se toman medidas o decisiones que los supervisores de la oficina concluyen que son una interferencia inadecuada con un caso, esa información debe proporcionarse inmediatamente a Michael Horowitz, el Inspector General del Departamento de Justicia, a quien autorizo a revisar dicho reclamo. El monitoreo del Inspector General de la situación proporcionará confianza adicional de que todos los casos se seguirán decidiendo sobre la ley y los hechos.
Atentamente, William P. Barr, Fiscal General
La oficina del fiscal de los Estados Unidos en Manhattan es una oficina de élite, que desempeña un papel de liderazgo en el enjuiciamiento del fraude de cuello blanco en Wall Street.
