No existe ninguna ley en la República que le díé legalidad a los restaurantes a cobrar este servicio
Es un acto voluntario que se da por el buen servicio y no un acto impositivo.
Las propinas en los restaurantes de Panamá no son obligatorias o eso es lo que destacan la leyes locales.
Sin embargo, algunos comercios gravan el 15% del valor consumido a los clientes antes de que el consumidor pueda juzgar entre un buen servicio o no.
Manuel Naza, director de Comunicaciones del Ministerio de Economía y Finanzas, explica que legalmente los restaurantes no tienen facultad para grabar este servicio en la factura.
“Es costumbre dejar el 15 al 20% a los meseros, pero hasta hoy, nadie puede obligar a pagar por un servicio que en todo caso es del restauranteâ€, dijo Naza.
El dilema de estos es que te impongan un pago que debe ser
evaluado por la atención que recibas, opina Carmen Alvarado, una de las tantas personas que prefieren no cocinar el fin de semana y para disfrutar de un paladar diferente.
Carmen, una amante de la cocina extranjera, comenta que no se había sentado a pedir un asado de cabra, su plato predilecto, cuando le dijeron que la propina iba a estar incluida en la cuenta, “me moleste y no fue por el pago extra si no por la imposiciónâ€, resalta la mujer.
Leopoldo Liakópulos, presidente de la Asociación de Restaurantes y Afines de Panamá (ARAP), destaca que no es íético establecer un cargo extra a los clientes por algo que debe darse espontáneamente.
Rino Tamburrelli, dueño de una cadena de seis restaurante, es un fiel convencido en la remuneración por un buen servicio, pero es el mesero que debe ganarse ese extra por la impresión que brinde, el buen trato y el manejo en los gusto de los clientes.
EL CLIENTE DECIDE
En Panamá, de acuerdo con la ARAP, existen 300 restaurantes cada uno de ellos emplea como mínimo a ocho meseros y cada uno de ellos por turno laboral pueden devengar solo en propinas entre 20 a 40 dólares diarios, aún más cuando los clientes son extranjeros y de buena mano.
Para Jorge Loaiza, presidente de
la Asociación Panameña de Hoteles, es el cliente quien tiene la última palabra en consumir en un lugar en donde se imponen las propinas o por el contrario buscar otro lugar.
Lo cierto es que el Código Fiscal del país no sanciona a los restaurantes que a sabiendas que no es legal, gravan las propinas. Si tiene pensado degustar un platillo en especial, pregunte antes de sentarse si la propina es obligatoria o está sujeta al servicio que reciba.