Colombia, Perú y Ecuador acordaron hoy iniciar con la Unión Europea (UE) unas negociaciones para lograr un acuerdo comercial "liberado, flexible, ambicioso y compatible con las norma de la Organización Mundial del Comercio (OMC)", que esperan poder concluir en junio.
Los tres países reafirmaron su intención de dar comienzo, la semana del 9 al 13 de febrero, a la primera ronda de negociaciones con la idea de "cumplir los plazos", informaron a Efe fuentes diplomáticas.
Los negociadores pactaron las modalidades y el calendario de las conversaciones para alcanzar con la UE "un solo acuerdo, pero que permita acomodar las particularidades necesarias" de los países andinos, señalaron fuentes colombianas.
Las siguientes rondas se celebraran en Lima en marzo, en Bruselas en mayo y, la cuarta y en principio última, en un lugar aún por determinar en junio.
Colombia, Perú y Ecuador decidieron enviar delegaciones tíécnicas a Bruselas esta semana despuíés de que los gobiernos de la UE modificasen, el pasado lunes, el mandato de la Comisión Europea para negociar un acuerdo de asociación con la CAN.
En concreto, dieron vía libre a la posibilidad de pactar bilateralmente con los países interesados un tratado comercial, a la vez que aprobaron incrementar el diálogo político y la cooperación -los otros dos pilares del futuro acuerdo de asociación- con el conjunto de la región.
El director de Integración y Negociaciones comerciales Internacionales de Perú, Eduardo Brandes, manifestó a Efe que el objetivo es lograr un "acuerdo comercial", que tendrá un "carácter multiparte, liberado, flexible, ambicioso y compatible con las reglas de la OMC", como eran algunas de las condiciones que proponía la Comisión Europea.
"Una vez acordada la base inicial, procederemos a comunicar a la CAN nuestro inicio de las negociaciones de acuerdo con la normativa andina", precisó.
Brandes tambiíén se refirió a que "los tres países tenemos un mismo sentir", y destacó que todo se ha decidido "de común acuerdo" en un ambiente "muy cordial, de suma cooperación".
Asimismo, hizo hincapiíé en que uno de los "beneficios" del modelo de negociación que han acordado es la "flexibilidad" para que, aunque en ocasiones los países no compartan el mismo punto de vista, puedan seguir avanzando en las conversaciones con la Comisión.
Otra ventaja que contempla, a su juicio, es el factor de la "velocidad", el hecho de que si algún país se retrasa por algún motivo en las negociaciones pueda retomarlas posteriormente.
Por su parte, en declaraciones a Efe, el negociador internacional del Ministerio de Comercio, Santiago Pardo, expresó su satisfacción por el buen desarrollo de las reuniones con la Comisión y recalcó que su país tiene "toda la voluntad política de continuar y recuperar el tiempo perdido".
Pardo afirmó que hoy han asentado las bases para lograr un "acuerdo que busca el libre comercio, ambicioso, profundo y compatible con la OMC".
Sobre la idea de Ecuador a pactar con la UE un "tratado comercial para el desarrollo" más que un tratado de libre comercio (TLC), Pardo aseguró que, en todo caso, se trata de un "acuerdo comercial multipartito que contribuya sustancialmente al desarrollo".
"Para Colombia, los TCL son instrumentos importantes para el desarrollo", añadió.
Según el jefe negociador colombiano, este nuevo formato de negociaciones aprobado por la UE está abierto a todos los países andinos "que quieran participar", sin que tengan que sufrir "trabas".
La Comisión Europea ha recalcado que las puertas siguen abiertas a Bolivia, el único de los cuatro socios andinos que ha mostrado un rechazo frontal a las negociaciones bilaterales y que nunca ha abandonado la esperanza de volver a un proceso de región a región.
El presidente boliviano, Evo Morales, insistió esta semana en que ese tipo de negociaciones son un "grave error" y que "debilitan seriamente" el proceso de integración andina.
La negociación de un acuerdo comercial "de bloque a bloque" entre la CAN y la UE no ha prosperado debido a las discrepancias surgidas en el seno del grupo andino sobre la forma de encarar la asociación en temas como la propiedad intelectual, los servicios, las compras públicas y la competencia.