¿Cuánto es demasiado cuando se trata de la supervisión de los empleados?
La empresa con sede en Florida, Chetu, exigió a sus empleados que encendieran sus cámaras web para monitorear durante su jornada laboral de 9 horas en un programa de vigilancia que incluía compartir pantalla y transmisión de cámaras web.
Cuando contrataron a un teleoperador en Holanda, y este se negó a cumplir, lo despidieron por “negativa a trabajar” e “insubordinación”. Sin embargo, un tribunal holandés dictaminó que las reglas de la empresa iban en contra de los derechos humanos y le ordenó pagar los salarios y otros costos del empleado.