La preocupante situación del sector financiero ha vuelto a dar un nuevo giro de tuerca. Las píérdidas en el conjunto del 4T08 ya superan los 120.000 millones de dólares (más de un billón desde el inicio de la crisis), poniendo de manifiesto que, además de facilitar la recapitalización del sistema, serán necesarias medidas orientadas hacia el activo del balance bancario. Con ese objetivo, Reino Unido anunció la semana pasada un nuevo paquete de estímulo, con el objetivo de reactivar la concesión de críédito . El plan contempla, entre otras medidas, la creación de un programa de garantía pública para ABS de máxima calidad crediticia y el establecimiento de una nueva facilidad de críédito, a instancias del Banco de Inglaterra, destinada a la compra de activos privados (papel comercial, bonos corporativos...).
Por tanto, las bolsas siguen navegando en aguas muy turbulentas. Desde el inicio del año hemos venido insistiendo en la necesidad de mantener una postura de mucha cautela en la aproximación a la renta variable debido a que el primer trimestre del ejercicio aglutinaba elevadas dosis de incertidumbre a nivel macro y micro, coincidiendo, probablemente, con el momento más crítico del actual ciclo. En este contexto tan adverso, cualquier impulso que pudieran recibir los mercados de las actuaciones gubernamentales, especialmente por el lado de los planes de estímulo, no tendría muchos visos de continuidad debido a la resistencia que ejercerían sobre los índices los datos económicos y el momentum de resultados empresariales. En este sentido, a lo largo de la última semana hemos tenido muestras muy contundentes en ambos frentes.
Por el lado macro, muy preocupante sigue siendo la salud del sector residencial en EEUU, que continúa ampliando su contracción, con unas viviendas iniciadas que se sitúan en mínimos históricos (550.000), y sin indicios de recuperación a corto plazo , a tenor de lo que apuntan los permisos de construcción y la confianza de los empresarios del sector. Y volvemos a recordar que, teniendo en cuenta que el mercado inmobiliario es el origen de la actual crisis financiera, su estabilización es clave para la definitiva recuperación del sentimiento del mercado (así se evitaría que continuara la hemorragia de píérdidas a la hora de la valoración de activos). Si a ello le sumamos que los datos del mercado laboral continúan siendo extremadamente adversos (las peticiones semanales de subsidio de desempleo se aproximan a niveles de 600.000), la contracción del PIB en 4T08 y 1T09 va alcanzar cotas desconocidas desde comienzos de la díécada de los 80.