Incluso antes de que se aprobara el estímulo de 1,9 billones de dólares de Biden, la economía estadounidense parecía preparada para una recuperación sólida. Los $ 3,4 billones de la Reserva Federal en compras de activos y los aproximadamente $ 4,5 billones en fondos de recuperación de Covid aprobados por el Congreso en 2020 lograron en gran medida fortalecer la economía de EE. UU. Frente a un golpe sostenido.
La riqueza de los hogares aumentó en $ 12 billones en 2020, haciendo que la caída repentina del primer trimestre de $ 7 billones, o 6%, parezca un mero bache. Durante la crisis financiera, la riqueza se desplomó un 15%. Me tomó cinco años recuperarse.
Los economistas esperan un crecimiento laboral récord en 2021. Sin embargo, los sueldos y salarios totales pagados a los trabajadores estadounidenses ya alcanzaron un nuevo récord en enero, superando el máximo anterior al Covid de febrero de 2020. Por el contrario, pasaron tres años desde el inicio de la recesión de 2007-2009 para que los sueldos y salarios eclipsaran su nivel anterior a la recesión.
Con menos formas de gastar el dinero, los estadounidenses han ahorrado una porción mayor de sus ingresos durante el año pasado. Parte de esos $ 1,6 billones en ahorros en exceso podrían ayudar a impulsar un auge del consumo.
Todo ese dinero dando vueltas, más el estímulo de 1,9 billones de dólares que acaba de aprobarse y otro paquete de gasto masivo en camino, plantea una pregunta obvia: ¿Las lecciones que los formuladores de políticas de la Reserva Federal aprendieron en el último ciclo se seguirán aplicando en este?
