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El Zorro y la Máquina de la Verdad

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Zorro:
El Zorro y la Máquina de la Verdad

Nochebuena, un mí­tico y en ocasiones bello dí­a, en que los mercados hacen un parón necesario y los habitantes del ecosistema preparaban una buena cena. El Zorro, astuto y previsor, ya tení­a provisiones en su despensa para cubrir las necesidades de aquellas Fiestas:

- Zorro: Algunos siempre esperan a última hora, Está claro que les va el mogollón, las prisas y todo eso.

Con todas las necesidades cubiertas y cerrados los mercados, el raposo decidió dar una vuelta por su amado Bosque para felicitar a unos y a otros en tan señalado dí­a, mientras Foxy preparaba aquella gorda y hermosa gallina para la cena. Por el camino se encontró con el Oso, el Lobo, el Topo............. y ya casi habí­a concluido su ronda de felicitaciones cuando se dio de bruces con el Hurón:

Hurón: ¡Caray Zorro!, ¡casi chocamos!.
- Zorro: ¡Poco faltó Hurón!, poco faltó. ¿A dónde vas con tanta prisa?.
- Hurón: ¡Ah!, ¿ya veo que no te has enterado?.

Al Zorro no le gustaba que cayera una hoja en el Bosque sin que íél lo supiera, Por lo que enseguida indagó:

Zorro: ¿Quíé está pasando que yo ignore, Hurón?.

Hurón: ¡Si todo el mundo lo sabe!, Lincito, el hijo del Lince, ha construido una nueva máquina. í‰sta, al parecer detecta las verdades y las mentiras. Es una Máquina de la Verdad. ¡Como las que se ven en las pelí­culas y en Tele Bosque!.

El poderoso cerebro del Zorro captó toda la información y en segundos ya la estaba procesando. Analizando todas las posibilidades para sacarle algún provecho económico a aquel nuevo artilugio de Lincito.

- Zorro: Pues como no tengo nada mejor que hacer, te acompaño y así­ aprovecho para felicitar al amigo Lince y familia.
- Hurón. Pues venga, ponte en marcha que para la prueba solo faltan veinte minutos.


En quince minutos llegaron al hogar del Lince. Allí­ estaban infinidad de curiosos habitantes y por supuesto, la estrella del evento: ¡Lincito!
El Zorro y el Hurón saludaron a todos los conocidos. El Hurón se sumó a uno de los varios corrillos allí­ existentes y el Zorro, vio a su amigo el Lince y se acercó para felicitarle y saber más de todo aquello.

- Zorro: ¡Feliz Nochebuena amigo!. ¿Quíé travesura ha montado tu hijo ahora?
- Lince: Muchí­simas gracias Zorro. ¿Esto?, pues nada, que Lincito realizó un cursillo por correspondencia e internet en la European Polygraph Association y con lo que gana en la Bolsa se compró todo lo necesario para construir un Polí­grafo o Máquina de la Verdad, según la idea original y los planos del profesor Frank de Copenhague, un autíéntico genio hoy injustamente olvidado.

- Zorro:  Ya....¿y funciona?.
- Lince: Mi hijo dice que si, pero hay que ponerla a punto. En este momento le está realizando los últimos ajustes.
- Zorro: ¿Y cómo no me habíéis avisado?. Os tengo dicho que cuando tenga alguna idea de Bolsa o construya algún artilugio, me avisíéis.
- Lince: Es verdad, ¡tienes razón amigo!. Pero ya sabes como son los crí­os. Se ponen a una cosa y en unos dí­as ya la tienen montada, sin poder reaccionar a tiempo.
Venga Zorro, no te enfades y vamos a ver como funciona la Máquina de la Verdad.
- Zorro: Bueno, vamos a comprobar el funcionamiento y ya pensaríé si es útil para los mercados.
¡Mira que te salió inquieto e inteligente este hijo!, querido amigo.
Lince: Gracias, ¡estamos muy orgullosos de íél!. Quizá supere a Edison y al Leonardo Da Vinci ese.
¡Es un portento Zorro!, un portento.
- Zorro: Ojalá, amigo, ojalá.

El pequeño cientí­fico aparentaba superconcentración mirando y requetemirando toda aquella maraña de cables, impresoras, agujas , etc, etc. Sus pequeñas y diestras manos trabajaban a gran velocidad y pronto su cara dibujó una sonrisa de satisfacción, indicando que aquello ya estaba:

- Lincito: ¡Listo!. ¿Quiíén quiere ser el primero en probarla?.

Todos los presentes enmudecieron. Al parecer, y por si acaso funcionaba la Máquina de la Verdad, nadie querí­a ejercer de cobaya y que se descubriesen sus más ocultos secretos.
Lincito iba preguntando a uno y a otro, pero no daba con voluntarios.
Le preguntaba a la Serpiente y esta proponí­a a la Ardilla, que a su vez proponí­a al Jabalí­, y así­ durante un buen rato.

Finalmente se llegó a un consenso, el Búho, reconocido sabio de aquellos parajes, formularí­a las preguntas, Lincito, diplomado en la European Polygraph Association, analizarí­a las respuestas con el Polí­grafo y el conocido banquero Emilio Pillí­n estrenarí­a el Polí­grafo.
Se sentó D. Emilio Pillí­n y en escasos minutos estuvo conectado, comenzando la sesión:

- Búho: ¿Usted se llama Emilio Pillí­n?
-Emilio Pillí­n: Si.
- Lincito: Y el Polí­grafo dice..............que ............¡dice la verdad!.
- Búho: Es usted banquero?
- Emilio Pillí­n: Si.
- Lincito: Y el Polí­grafo dice............. que............¡dice la verdad!.
- Búho: ¿Es cierto que en Brasil le bailó el “Lula –hoop” al presidente para que le dejase hacer buenos negocios?.
- Emilio Pillí­n: No.
- Lincito: Y el Polí­grafo dice ............ que ..........¡miente!
- Emilio Pillí­n: ¿Puedo matizar?.
- Búho: Pues claro, ¡hágalo!.
- Emilio Pillí­n: Reconozco que me llevo muy bien con el Presidente Lula, al que considero un gran Presidente y un amigo. Esto es imprescindible para que mi banco haga buenos negocios en esa región.
- Lincito: Relájese D. Emilio, está muy excitado y el Polí­grafo puede dar error?.
   
- Búho: ¿Es cierto que está pensando siempre como cobrar nuevas comisiones a sus clientes?
- Emilio Pillí­n: Rotundamente no. ¡La entidad que yo presido quiere ser el Banco de       todos, y no cobrar comisiones hasta el 2010!.         
 - Lincito: Y el polí­grafo dice................... que..................¡miente!.

El veterano banquero sonrí­e suavemente. Y sigue la sesión:

- Búho; ¿Está barata la acción de su Banco?           
- Emilio Pillí­n: ¡Muy barata!. Nuestro Banco crea valor para el accionista y en los últimos años ha cobrado en dividendos un 30 %. La acción deberí­a estar a 20 euros .
- Búho: D. Emilio, le ruego brevedad en las respuestas.           
- Emio Pillin: ¡Son solo matizaciones a las preguntas!.
- Lincito: Se excita usted mucho cuando considera las preguntas inoportunas. Relájese para no distorsionar al Polí­grafo.

- Búho: ¿Es verdad que quiere convertir su Banco en el más grande el mundo?
- Emilio Pillí­n: Si. Actualmente está entre los diez de mayor capitalización bursátil. Y es el cuarto en la zona euro. Ya hemos superado en capitalización bursátil a nuestro antiguo socio inglíés.
- Búho. Pero no es el díécimo en el mundo en beneficios, pudiendo eso indicar que la acción está algo sobrevalorada.
- Emilo Pillí­n: De ninguna manera. La acción está descontando el crecimiento futuro del Banco.
- Lincito: D. Emilio, responda si o no a la pregunta.
- Emilio Pillí­n: Perdone. Mi respuesta es, si.
- Lincito: Y el Polí­grafo dice........................que...................¡dice la verdad!
-  Búho: En ocasiones se le ha acusado de vender hasta a su madre si le hacen una buena oferta. ¿Es eso cierto?
- Emilio Pillí­n: No.
- Lincito: Aquí­ vemos una sobreexcitación y el Polí­grafo no aclara rotundamente la respuesta. Puede ser porque D. Emilio diga la verdad, o porque su madre lleva muerta varios años y su recuerdo le emociona. Pasemos a la siguiente pregunta.

- Búho. Es cierto que tenia comprometida la venta de la elíéctrica Foi-Nosa al Sr. Ortiga y a sus socios, vendiíéndosela finalmente a Florencio por más oro?
- Emilio Pillí­n: Si y no. Es cierto que me llamó y llegamos a un principio de acuerdo. Pero Florencio se enteró y se le adelantó en la jugada poniendo más oro en el asador.
¡Mi Banco está para hacer negocios y escuchó a la mejor oferta!.
- Lincito: Responda Si o No, ¡por favor!.
- Emilio Pillí­n: No.
- Lincito: Y el Polí­grafo dice.........que..........¡miente!.
Tambiíén aquí­ hay que matizar que solo tení­an cerrado el trato de palabra, no habiendo firmado ningún documento.

- Búho: ¿Es cierto que usted prepara a su hija para sucederle y que uno de la saga de los Pillí­n siga reinando en el Banco
- Emilio Pillí­n: No. Todaví­a no pienso en el retiro y solo me sucederá la persona que estíé más capacitada para desempeñar el cargo.
- Lincito: Y el Polí­grafo.........dice.................que...................¡miente!.
Aunque hay que matizar que efectivamente aún no piensa en el retiro, creo que tenemos Emilio Pillí­n para rato.

- Búho: Penúltima pregunta: En 1996 dijo usted a Luis del Olmo que Josíé Maria Aznar serí­a un buen Presidente del Gobierno. En posteriores años se fue alejando del PP y se acercó al PSOE, apoyando a su candidato y posterior Presidente del Gobierno. ¿Todo ello fue porque los populares no lo apoyaban en los juicios abiertos contra usted?.
- Emilio Pillí­n: Rotundamente No. Yo creo en la Justicia y en todos estos casos he salido absuelto.
- Búho: ¿Entonces no necesitó la ayuda de los amigos en el poder?.
- Emilio Pillí­n: - Sonriendo-. El que diga que creo en la Justicia no impide que crea en la conveniencia de unas buenas y oportunas amistades.
- Lincito: Y el Polí­grafo dice................que.....................¡miente!
- Búho: íšltima pregunta: ¿Es  cierto que los Bancos manipulan las acciones en la Bolsa para ganar mucho oro?.
- Emilio Pillí­n: Rotundamente no. La acción siempre refleja el valor que el mercado le otorga en su momento. Actualmente la acción de nuestro Banco está muy infravalorada
- Lincito: Y el Polí­grafo dice.................que........................¡miente!,

Risas generales:  Ja, ja, ja. Je,je,je. Ji ji, ji.....................

Lincito les dio las gracias por su amable y desinteresada colaboración al Búho y al banquero, desconectando a D. Emilio Pillí­n del Polí­grafo en breves segundos.

- Lince: ¿Quíé opinas de este Emilio Pillí­n, Zorro?
- Zorro: Je, je, je, ¡está claro que existen más zorros que un servidor!.
-Lince: ¿Y de la Máquina de la Verdad?.
- Zorro: Pues que es muy interesante tener un chintófano de estos, pero creo que todaví­a lo es más, saber lo que dirí­an algunos que yo me se.

El Zorro se despidió de su amigo Lince y de los otros presentes y puso rumbo a su casa, allí­ le estaban esperando sus seres más queridos, ¡y una buena cena de Nochebuena!.

             

                                                 

JUANORIHUELA:
Muy bueno y muy ingenioso.

Que mal cae ese tal Don Emilio Pillin, parece el Señor Burns

saludosss!!

twiggy:
Pues no sabia que habia cambiado de bando. De todo formas estoy en tramites de cambiar de banco-lo que no cobran por un lado te lo quitan de otro.

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