La Organización Mundial del Comercio (OMC) considera que los paquetes económicos aprobados por diversos países para afrontar la crisis financiera mundial podrían distorsionar las leyes de competencia del mercado, por lo cual evaluará las consecuencias que estos podrían tener en el libre mercado.
El anuncio fue hecho hoy por el director general de la OMC, Pascal Lamy, en el Foro Económico Mundial de Davos.
Previamente, 18 ministros de Comercio se reunieron en Davos por invitación de la ministra suiza, Doris Leuthard, para debatir posibles acuerdos en el marco de la Ronda de Doha.
Lamy señaló que el proteccionismo distorsiona las leyes vigentes para el comercio internacional, por lo que es de suma importancia determinar quíé tipo de señales recibe el mercado cuando se aprueban paquetes de incentivo económico, tal como lo han hecho diversos países en los últimos meses ante la crisis financiera.
El riesgo es que estas decisiones tengan un efecto dominó y que todos los países quieran tomar sucesivamente medidas similares, destacó Lamy.
Lamy declaró además que el hecho de que Estados Unidos haya dispuesto otorgar apoyo económico únicamente a las empresas estadounidenses que utilicen acero local es un ejemplo de la potencial distorsión que pueden generar en el libre mercado las medidas tomadas para incentivar las economías locales.
“Espero de todo corazón que el Senado de Estados Unidos evalúe con detenimiento si esta cláusula se condice con las exigencias del comercio internacionalâ€, advirtió Lamy, que tambiíén señaló que deberían evaluarse los aranceles aduaneros, las subvenciones y el otorgamiento de licencias.
En tanto, los ministros de la OMC, entre otros, de la Unión Europea, Japón, Australia, Brasil, India y China, se declararon de acuerdo con volver a fomentar la liberalización del comercio internacional, en su sesión informal al margen del Foro Económico Mundial de Davos.
“Promover la apertura de los mercados es lo mejor que se puede hacer en contra de la crisisâ€, declararon los ministros en un comunicado.
La Ronda de Doha, creada para liberalizar el comercio internacional, fracasó nuevamente en julio del año pasado, al reunirse en el marco de una cumbre de ministros de la OMC en Ginebra. Un nuevo intento organizado por Lamy en diciembre volvió a fracasar.
El principal obstáculo está en los acuerdos referidos a productos industriales, la lana y en los debates suscitados por una cláusula especial en productos agrícolas.
Sin embargo, el canciller brasileño, Celso Amorim, afirmó hoy en Davos que existe “buen clima†entre los países para lograr un acuerdo en el ámbito de la Ronda de Doha.
Amorim, tras reunirse con ministros de Comercio y empresarios, añadió que sus interlocutores demostraron “actitudes muy positivas†en favor de la negociación y en contra de cierta ola de proteccionismo que a su entender pretende adoptar el flamante presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Por su parte, el primer ministro japoníés, Taro Aso, dijo hoy que su país está dispuesto a aportar 17.000 millones de dólares en concepto de ayuda para el desarrollo regional de Asia.
“Asia tiene mayor potencial que cualquier otro lugar del mundoâ€, dijo Aso al señalar que el 40 por ciento de la población mundial vive en la región, que registra un crecimiento económico anual de aproximadamente un cuatro por ciento.
El primer ministro nipón prometió además cumplir los compromisos de ayuda económica de su país con ífrica y Afganistán, así como con los palestinos y en la lucha contra la piratería frente a las costas de Somalia.
En cuanto a la política que asumirá su país en la lucha contra la crisis financiera, Aso destacó: “Nosotros combatiremos toda forma de proteccionismoâ€. Además, señaló que es imperante la necesidad de crear mecanismos de supervisión para los mercados financieros.
En este contexto, Aso señaló que su país ha aprendido “las lecciones de la Gran Depresión de 1929â€.
El paquete de estímulo económico del gobierno japoníés, por unos 840.000 millones de dólares, aún no ha sido aprobado por la cámara baja del Parlamento nipón.
La jornada de hoy del Foro Económico Mundial no se caracterizó únicamente por las declaraciones de líderes mundiales. En la ciudad suiza de Ginebra, lo que en un primer momento fue una manifestación pacífica en contra del Foro derivó en choques entre los manifestantes y la policía.
Unas 70 personas fueron detenidas y las fuerzas policiales recurrieron al uso de gas lacrimógeno contra unas 200 personas, que en parte estaban enmascaradas.
En la propia Davos tambiíén se registraron protestas, protagonizadas principalmente por jóvenes que exigían que se volviera a dar mayor importancia a cuestiones de orden social.