Por... Connie Loizos
Solana aún no es muy conocida fuera de la comunidad criptográfica. Pero los conocedores piensan que la plataforma blockchain es interesante por una amplia variedad de razones, comenzando con su amable fundador, Anatoly Yakovenko, quien pasó más de una docena de años como ingeniero trabajando en protocolos inalámbricos en Qualcomm y quien dice que tuvo un momento de bombilla en un Café de San Francisco hace varios años después de dos cafés y una cerveza.
Su gran idea se centró en crear un registro histórico para acelerar el "consenso", que es cómo se toman las decisiones en las cadenas de bloques, que son en sí mismas sistemas de igual a igual.
En este momento, se llega a un consenso en varias cadenas de bloques cuando los miembros resuelven un acertijo matemático, un mecanismo que se llama "prueba de trabajo". Estos mineros son recompensados por sus esfuerzos con criptomonedas, pero el proceso toma una hora en el caso de Bitcoin y un minuto en el caso de Ethereum, y consume muchísimo energía, razón por la cual ni Bitcoin ni Ethereum han demostrado ser muy escalables. (La gran dependencia de Bitcoin en los combustibles fósiles es la razón por la que Elon Musk citó a principios de esta semana para explicar por qué Tesla ya no acepta Bitcoin como pago por los autos eléctricos de la compañía).