BEIJING -
Se ha desplegado una flota de 60 drones en la ciudad de Guangzhou, en el sur de China, para mantener a la gente en el interior y recordarles a los que salen que usen máscaras.
China ha eliminado en gran medida los casos de transmisión local de COVID-19, pero Guangzhou ha visto un brote de la variante delta más infecciosa del virus, inicialmente descubierta en India.
Se informaron seis nuevos casos en Guangzhou durante las últimas 24 horas, lo que elevó el número del brote a más de 100.
Los drones operados por la policía llevan cámaras y transmiten mensajes a las personas que se aventuran al aire libre para que ellos y los demás estén mejor protegidos si se quedan adentro.
Los vehículos voladores no tripulados se suman a una capa ya densa de monitoreo que incluye confirmaciones de salud de teléfonos celulares, controles de temperatura y cuarentenas para quienes viven o viajan a áreas donde el riesgo de infección se considera alto.
Gungzhou ha aislado varios vecindarios, ha restringido los viajes fuera de la ciudad y la provincia circundante y ha cerrado cines y otros lugares de entretenimiento bajo techo.
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