EEUU analiza la opción de convertir las participaciones en los bancos
Publicado por Krishna Guha, Francesco Guerrera y Julie MacIntosh. Financial Times
Las autoridades estadounidenses están examinando formas de convertir gradualmente las participaciones de los gobiernos en los bancos en acciones ordinarias a medida que los bancos acumulan píérdidas, según fuentes cercanas a las discusiones.
La cuestión consistiría en proporcionar un suero con el nuevo capital ordinario necesario para cubrir las píérdidas –sin que el gobierno se haga con el control de una participación en los bancos mayor de lo requerido–.
Timothy Geithner, el secretario del Tesoro, anunciará el plan de rescate del sistema financiero el lunes junto a una serie de políticas diseñadas para reducir el número de ejecuciones y estimular el mercado inmobiliario. El Tesoro declinó hacer declaraciones sobre sus deliberaciones.
Una de las ideas consideradas por los políticos es la de cambiar sus actuales participaciones en los bancos, bajo la forma de acciones preferentes –títulos sin derecho a voto que otorgan un dividendo fijo– en acciones preferentes convertibles que podían transformarse en títulos ordinarios.
Bajo esta propuesta, la acciones se convertirían de forma automática en capital ordinario si la salud del banco empeorase. El gobierno tambiíén puede realizar inyecciones futuras de capital bajo la forma de esas acciones preferentes convertibles.
Algunos políticos creen que esto proporcionaría al gobierno un mayor beneficio que adquirir más acciones preferentes.
Entretanto, las acciones bancarias repuntaron el jueves despuíés de que los banqueros expresaran una renovada confianza en que las autoridades encontrarían medios para sortear las normas del mercado como parte del nuevo paquete de rescate financiero.
Los ejecutivos que han conversado con las autoridades gubernamentales explicaron recientemente que una de las opciones que se le presentaban al gobierno sería la de adquirir activos por debajo del valor que le otorgan los bancos en sus balances, pero ofreciendo una garantía gubernamental igual a la diferencia entre el precio de compra pagado por el gobierno y el valor marcado.
Esto haría que los bancos no cristalizaran sus píérdidas sobre los activos durante varios años, y les permitiría esperar y comprobar si recuperan su valor.
Los ejecutivos y políticos que han conversado con autoridades clave creen que el plan que presentará Geithner dispondrá de garantías similares a los seguros sobre carteras bancarias de activos, pero incluirá un denominado “bad bank†que adquirirá valores sobre los que ya se han realizado fuertes provisiones.
Sin embargo, estas fuentes advirtieron de que serían Lawrence Summers, el director de Consejo Económico Nacional, y Geithner los que decidirían la forma definitiva del plan de rescate.
Elizabeth Warren, una monitora independiente nombrada por el Congreso para controlar el programa de recapitalización de los bancos, advirtió el jueves de que la administración Bush se había excedido en 78.000 millones de dólares (60.761 millones de euros) cuando inyectó más de 250.000 millones de dólares en acciones bancarias preferentes a comienzos del año pasado –una subvención de cerca de 30 centavos por dólar–.
Esta cifra es ligeramente superior a los 25 centavos por dólar estimados por la Oficina Presupuestaria del Congreso.
Entretanto, la administración Obama actuó para acallar las discusiones sobre una escisión entre Paul Volcker, el ex presidente de la Reserva Federal, y Summers, tras un informe de Bloomberg que exponía que Volcker no estaba contento con el lento progreso en la creación de un equipo independiente de expertos en economía que el se encargará de presidir.