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Autor Tema: Los despidos se convierten en una dura sangrí­a  (Leído 671 veces)

Zorro

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Los despidos se convierten en una dura sangrí­a
« en: Febrero 08, 2009, 11:29:27 am »
Los despidos se convierten en una dura sangrí­a

Publicado en expansión por S. S. / A. F.

El contagio de la crisis financiera original en la economí­a real se ha cobrado ya centenares de miles de extinciones de contratos en compañí­as de sectores diferentes y zonas geográficas de todo el mundo.

La amenaza del paro se ha convertido en la peor pesadilla para los veinte millones de trabajadores que conservan su puesto de trabajo en España, pero que no saben si sortearán con íéxito los embates de la crisis o si, el dí­a menos pensado, al llegar al tajo, se encontrarán con un despido o con un nuevo compañero llamado Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

El año pasado se batió un ríécord en la presentación de ERE en España, hasta 6.227, una cifra que es un 64% más alta que la de 2007 y un 36% superior a la de 2001, ejercicio en el que se registró el último triste ríécord en el mercado español, con más de 4.500 expedientes, según datos del Ministerio de Trabajo.

Sin embargo, los expedientes de regulación no son la única herramienta utilizada por las compañí­as para reducir su plantilla, ya que, pese a las grandes cifras que barajan, ni siquiera suponen la mitad de los 100.000 puestos de trabajo destruidos durante el último año en España.

Aun así­, 40.436 personas han perdido su empleo como consecuencia de un ERE. Las cifras más altas corresponden a multinacionales extranjeras con presencia domíéstica, como Orange; y a grandes empresas nacionales, como Telefónica y Spanair, que acaba de ser vendida por su matriz escandinava SAS a un consorcio catalán.

Los otros 107.000 trabajadores afectados por algún ERE durante 2008 no han perdido su puesto de trabajo, pero sí­ han visto cómo eran suspendidos temporalmente o se les aplicaba una reducción de jornada obligatoria. Ahora, sólo queda ver cuántos recuperarán su empleo una vez superadas las turbulencias o seguirán en una especie de limbo, entre el paro y la empresa, durante tiempo indefinido.

Ya sea para dar menos publicidad a los recortes, por la cifra sobre la plantilla total (un ERE se presenta cuando afecta a más del 10% de la plantilla) o porque la situación de la compañí­a no es tan delicada como para justificar económicamente el expediente, la mayorí­a de los más de 100.000 despidos durante el último año en España corresponden a un continuo goteo de extinciones de contratos generado por multitud de empresas, en muchos casos pymes.

Pero no siempre, porque la filial española del gigante siderúrgico ArcelorMittal ha reducido la plantilla en 1.000 personas a travíés de la no renovación de contratos temporales y de subcontratas, y con planes de bajas voluntarias.

Internacional
En el plano internacional, las cifras de despidos son astronómicas. Aunque resulta imposible obtener una cifra aproximada, un dato revelador es que el número de personas que han perdido el empleo en empresas no financieras ronda los 500.000, según el cómputo elaborado por la agencia Reuters.

Sin embargo, esta cifra deberí­a multiplicarse por varios dí­gitos, ya que el estudio sólo incluye los planes de reestructuración que afectan a 2.000 empleados o más por empresa y no incluye al sector financiero, que ha sido muy castigado en el empleo en todo el mundo al ser el epicentro de la crisis financiera y económica mundial.

Si, además de estas dos precisiones, tenemos en cuenta que el informe de Reuters no incluye un paí­s superpoblado como China, en el que prácticamente es imposible obtener cifras oficiales, o áreas geográficas como Latinoamíérica, la cifra de despidos en todo el mundo en los últimos cinco meses sumarí­a varios millones de damnificados.

Sectores diversos
En todo caso, la píérdida de empleo se está cebando especialmente en las zonas más industrializadas, como Estados Unidos, Europa y Japón, y en prácticamente todos los sectores, desde los más cualificados como las altas tecnologí­as (Hewlett-Packard, NEC e Intel, entre otros) a otros con mano de obra más barata e intensiva como las cementeras (Cemex) o los fabricantes de materias primas (Alcoa).

La gran velocidad a la que se está deteriorando la economí­a mundial, especialmente desde el pasado mes de septiembre, cuando quebró Lehman Brothers, ha provocado autíénticos dí­as negros, no sólo para la bolsa, sino para el empleo. Una jornada aciaga fue la del pasado 26 de enero, cuando un reducido grupo de ocho empresas (Caterpillar, Pfizer, Sprint Nextel, ING, Home Depot, Philips, Corus y General Motors) anunciaron recortes de plantilla o planes de reestructuración que supondrán el despido de más de 70.000 personas.

Además, este lunes negro para el empleo demostró que la amenaza es más global que nunca, ya que las empresas afectadas están radicadas tanto en EEUU como en Europa y en segmentos de negocio tan dispares como la máquina herramienta y los equipos para la construcción (Caterpillar, 21.610 despidos), farmacia (Pfizer, recorte previsto de 19.500 empleos), telecomunicaciones (Sprint Nextel, 8.000 despidos) y banca (ING, 7.000 trabajadores afectados).

La crisis financiera y de liquidez que originaron las hipotecas subprime en EEUU, en verano de 2007, se ha ido trasladando progresivamente a la economí­a real de todo el mundo. El agravamiento de la crisis en los últimos meses, provocado por el estrangulamiento de los mercados de críédito, la caí­da del consumo y el desplome de las ventas han impulsado a muchas compañí­as a acelerar los despidos.



Voy del oro a Squirrel Media y tiro porque me toca.