Telefónica vigila el reparto de las nuevas frecuencias en Europa
Antonio Lorenzo en El economista
Los operadores de telefonía consideran el espectro radioelíéctrico poco menos que el pan de sus hijos. Tienen claro que muy pocas cosas merecen tanta atención como las frecuencias que hacen posible las telecomunicaciones. Entre otras cosas, se trata de la materia prima que nutre una industria siempre ávida de recursos. Este apetito por el espectro alimenta ahora la controversia en el Reino Unido, donde las autoridades de aquel mercado analizan el futuro reparto de las bandas de 900 megahercios (MHz).
Telefónica tiene mucho que decir en el reajuste de frecuencias del mercado de móviles británico. Su filial O2 es el líder del sector y, por tanto, el primer interesado en mejorar la cobertura de sus servicios con la puesta en marcha del denominado UMTS 900, es decir, aquellos recursos procedentes de GSM 900 que se pueden transformar en bandas de 3G.
Antes de este movimiento de fichas, el responsable de Telefónica Europa, Matthew Key, propone a sus competidores alcanzar un acuerdo entre ellos, antes de que el Gobierno imponga sus decretos. Por lo pronto, el regulador británico Ofcom se ha mostrado partidario de ofrecer el UMTS 900 a T-Mobile y Orange, mientras que O2 y Vodafone no están dispuestos a renunciar a ninguno de sus derechos. "Somos una empresa y tenemos que velar por nuestros clientes y accionistas. Por ello, vamos a proteger nuestros intereses durante el proceso",manifestó Key a la prensa británica.
Problema próximo para España
La misma políémica llegará a España en breve, en cuanto el Ministerio de Industria aclare el panorama del denominado refarming, o reutilización de frecuencias, correspondiente a la futura liberalización del espectro en las bandas de 900 MHz y 1800 MHz. Todos los operadores permanecen atentos en España a un reajuste en el que se pondrá sobre la mesa el nuevo espectro, preferentemente para uso y disfrute de los que no tienen.
Tambiíén hay movimientos en Francia, país que acaba de poner en el escaparate una cuarta licencia de telefonía móvil.A principios de marzo, el Ejecutivo galo pondrá en venta un lote de 5 megahercios que se asignará al cuarto operador de redes móviles de aquel país. El precio será de 260 millones de euros, lo mismo que costó en su momento a los actuales adjudicatarios.
En este escenario, Telefónica permanece atento a los movimientos del sector. Pese a que la multinacional española carece de interíés directo en el páis vecino, el grupo se ve obligado a vigilar el reparto te las nuevas frecuencias de móvil, ya que el proceso podría reforzar el peso de alguno de sus principales rivales. Lo cierto es que la compañía que preside Cíésar Alierta parece haber borrado Francia de su mapa europeo. La presencia mayoritaria de France Tíélíécom disuade a Telefónica de cualquier aventura al otro lado de los Pirineos. Sus razones tendrá.