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Autor Tema: Con los bancos en quiebra se disparan los despidos  (Leído 588 veces)

Zorro

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Con los bancos en quiebra se disparan los despidos
« en: Febrero 08, 2009, 12:25:57 pm »
Con los bancos en quiebra se disparan los despidos: ¿Cuánto dinero cuesta echar al jefe?

Javier Moronatti en El Economista

La actual coyuntura y una gestión que ha resultado incorrecta ha desbancado a ejecutivos consolidados que, en muchos casos, tení­an derecho a indemnizaciones astronómicas.Ha derrumbado mitos macroeconómicos y tabúes empresariales con tal facilidad que produce escalofrí­os sólo de pensarlo. Entidades que jamás en su historia habí­an registrado números rojos han caí­do estrepitosamente: sin ir más lejos, el pasado jueves Deutsche Bank anunció píérdidas -por primera vez- de 5.000 millones de euros en sus resultados de 2008. Los despidos multitudinarios son el pan nuestro de cada dí­a y, entre ellos se han quedado sin trabajo grandes ejecutivos que parecí­an completamente a salvo.

Las crí­ticas contra la gestión de muchos de ellos se han multiplicado, tanto desde unas autoridades polí­ticas hartas de inyectar capital público para salvar, sobre todo, a grupos bancarios y aseguradores como desde el ciudadano medio, que sufre a escala micro, en la llamada economí­a real, los efectos de una píésima coyuntura. Como consecuencia, han rodado cabezas, particularmente entre las íélites financieras. Esta limpieza ha sido, como es sabido, muy dura en EEUU y Gran Bretaña.

Renuncias 'honrosas'
Ante tal cataclismo parece que se han olvidado las jugosas cláusulas de despido que la práctica totalidad de los gestores mantení­an, pero lo cierto es que siempre han estado ahí­. A partir de esa situación, la pregunta del millón resulta evidente: ¿cuánto cuesta echar al jefe? Pues, en base a sus contratos, un dineral, pero es tal la magnitud de la crisis y el estado en que dejaron los grupos que lideraban, que muchos de ellos renunciaron a la compensación a la que, por ley, tení­an en principio derecho.

Los diez casos más sonados, seleccionados por elEconomista, tuvieron lugar en EEUU y Reino Unido, y siempre en bancos. El primero de ellos que se hundió, en una quiebra que conmocionó a las finanzas mundiales, fue Northern Rock. A pesar de que las acusaciones sobre sus dos antiguos primeros ejecutivos eran similares ?falta de transparencia en un momento delicado, conocimientos limitados sobre el negocio y un escaso liderazgo?, la reacción ante el cobro de la indemnización fue absolutamente diferente. Mientras el ex consejero delegado de la entidad británica percibió los aproximadamente 871.000 euros que le correspondí­an, el ex presidente de la misma renunció a una cantidad similar. El caos que, en parte íél provocó en Northern Rock, le hizo desistir de embolsarse el dinero acordado.

Otro de los que renunció a su compensación fue el ex número dos de Royal Bank of Scotland (RBS), Sir Fred Goodwin. El montante alcanzaba 1,37 millones de euros. Eso sí­, su sueldo anual rebasaba los 4,8 millones y su fondo de pensiones, los 9,5 millones. Al final de su gestión la firma estaba al borde de la quiebra y, de no ser por la intervención del Estado británico ?que hoy ostenta el 70 por ciento de RBS?, probablemente íésta se hubiera consumado.

Su jefe, el antiguo presidente del banco escocíés, Sir Tom McKillop, es una de las excepciones entre los lí­deres financieros mundiales, ya que no tení­a compensación por quedarse en el paro.

Royal Bank reduce su consejo
Precisamente, justo el viernes, en otra maniobra de austeridad, RBS anunció la marcha con efectos inmediatos de siete consejeros no ejecutivos de la entidad, al tiempo que confirmaba que sólo se producirá el nombramiento de tres sustitutos. La maniobra se enmarca en la reestructuración del máximo órgano de gobierno del banco. "El consejo de RBS ha estado analizando en los últimos meses su forma futura, especialmente a la vista del compromiso para designar nuevos directores no ejecutivos como parte de la recapitalización de la entidad por parte del Gobierno el pasado mes de octubre", se indicó desde la entidad. De este modo, Bob Scott, Jim Currie, Bill Friedrich, Bud Koch, Janis Kong, Steve Robson y Peter Sutherland, abandonan el consejo.

El nuevo presidente de la entidad, Philip Hampton, aseguró que "es el momento apropiado para reducir el tamaño del consejo", cuyos principales objetivos son restaurar la fortaleza de la entidad, así­ como la devolución de la ayuda recibida por parte de los contribuyentes tan rápido como sea posible.

Rectificación en HBOS
Por su parte, los dos antiguos primeros ejecutivos de HBOS -hoy en manos de Lloyds- tambiíén decidieron negarse a que les pagaran tras ser despedidos. El ex presidente, Lord Stevenson, y el ex consejero delegado, Andy Hornby, se quedaron sin 811.000 euros y 1,07 millones respectivamente.

Por el contrario, el ex consejero delegado de Bradford & Bingle -cuya área de pasivo, así­ como su red de sucursales, fueron compradas por Banco Santander; mientras el resto fue nacionalizado- percibió su indemnización. En lo que fue una última maniobra oscura en su gestión, el directivo inglíés consiguió mantener en secreto la cantidad que se llevó al bolsillo. Pero, en definitiva, la cobró.

John Thain, 'el avaricioso'
Uno de los casos más flagrantes que se ha registrado en los últimos tiempos en este contexto es el que protagonizó el ex consejero delegado de Merrill Lynch, John Thain. Con el banco casi en la quiebra, cuando las acciones habí­an perdido más del 90 por ciento de su valor, el políémico ejecutivo consiguió cerrar un acuerdo según el cual Bank of America pasaba a controlar la entidad que íél lideraba.

Aunque fue una clara operación de rescate, Thain quiso venderla como una maniobra genial que habí­a logrado salvar a Merrill Lynch del abismo. Es más, llegó a mostrarse públicamente satisfecho con el resultado. El asunto no tendrí­a mayor trascendencia si, unos meses despuíés, a finales de año, Thain no hubiera intentado cobrar su bonus, algo que despertó las iras de los reguladores federales, enfrascados en el salvamento de la industria financiera de EEUU.

Entonces se conoció que Merrill Lynch entregó el pasado diciembre entre 2.325 millones y 3.100 millones de dólares en bonus a su cúpula directiva, pese a las descomunales píérdidas registradas en la entidad.