Boeing Co. y Airbus SE no pueden fabricar aviones a la velocidad suficiente.
Boeing, bajo presión de los reguladores, ha reducido la producción para mejorar la calidad. Airbus está tan sobrecargado que incluso rechaza pedidos . De modo que, aunque los aviones de próxima generación pueden consumir entre un 15% y un 20% menos de combustible , los tiempos de espera para recibirlos son de años.
La decisión de Air New Zealand Ltd. de abandonar su objetivo de emisiones para 2030 sugiere que más aerolíneas también tendrán que enfrentar una dura realidad: simplemente no hay suficiente combustible sustentable ni aviones nuevos y más eficientes.
Este doble golpe ha dejado a las aerolíneas comerciales del mundo, que se cuentan entre los mayores contaminantes del planeta, sin sus dos mejores armas de descarbonización. El suministro mundial de combustible de aviación sostenible será de apenas el 0,5% de las necesidades totales de combustible este año, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.