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Los agricultores y los proveedores de Deere & Co. están preocupados por lo que la huelga en las fábricas del fabricante de tractores significará para sus medios de vida.
Más de 10,000 empleados de Deere se declararon en huelga la semana pasada en 14 fábricas de Deere en Illinois, Iowa, Kansas, Colorado y Georgia después de que el sindicato United Auto Workers rechazó una oferta de contrato. Cuanto más dure la huelga, mayor será el impacto en las comunidades cercanas a las plantas.
"Si esto se soluciona en un par de días, genial", dijo Brian Jones, que cultiva en el centro de Iowa, al Des Moines Register. "Pero si se prolonga durante semanas, empiezas a preocuparte un poco por las cosas".
Lance Lillibridge, que cultiva en el este de Iowa cerca de Cedar Rapids, dijo que le preocupa no tener piezas en caso de que su cosechadora John Deere se averíe.
"Tenemos muchos equipos grandes aquí que estamos usando para traer una cosecha, y si una parte se rompe y no podemos obtener, terminamos", dijo Lillibridge, quien también es presidente de Iowa. Junta de la Asociación de Productores de Maíz.
Burk “Skeet” Miehe, de American Pattern & CNC Works en Cedar Falls, Iowa, dijo que su negocio iba bien inicialmente porque funcionó con anticipación para cumplir con los pedidos de Deere.
"Si dura más, podría afectarnos", dijo Miehe al Waterloo-Cedar Falls Courier.
