Por Antony Currie y George Hay
Estados Unidos y China han dado un pequeño impulso a la reunión de la COP26 de las Naciones Unidas en Glasgow. Los dos mayores contaminadores del mundo emitieron una declaración conjunta sorpresa el miércoles en la que se comprometían a "fortalecer y acelerar la acción y la cooperación climáticas".
Ofrece muy poco de lo más importante, a saber, un compromiso de reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 para restringir el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, pero, sin embargo, proporciona una especie de impulso psicológico.