El banco central de Turquía va en una dirección diferente a la de los países que luchan contra la inflación después de la pandemia de Covid-19. En lugar de subir las tasas, Turquía las está bajando.
Hasta ahora, esa ha sido una receta para el desastre. Los problemas de inflación del país solo han sido exasperados por las tasas de interés. La moneda del país, la lira turca (TRY), ha experimentado una rápida caída frente al dólar estadounidense.