Por... Ethan DeWitt
"Podríamos recaudar una gran cantidad de dinero y potencialmente reducir los impuestos a la propiedad".
Los proyectos de ley tienen apoyo bipartidista. Sus patrocinadores incluyen demócratas de izquierda y republicanos libertarios. Uno ha sido propuesto por un presidente republicano de un comité influyente; otro por el propio líder demócrata de la Cámara.
Pero a medida que los legisladores de New Hampshire presentaron la última ronda de proyectos de ley de legalización de la marihuana para la sesión del próximo año, los resultados parecen casi predeterminados. Los proyectos de ley pasarán de un comité de la Cámara al piso de la Cámara, donde probablemente obtendrán una mayoría bipartidista. Cruzarán al Senado y probablemente serán rechazados. Si se mueven hacia el escritorio del gobernador Chris Sununu (R), probablemente enfrentarán un veto.
Ha sido una progresión familiar en Concord durante años, y ha desconcertado a los defensores de la marihuana en los estados vecinos de New Hampshire. Maine, Massachusetts y Vermont han legalizado la sustancia en los últimos años.
"Creo que muchos de nosotros nos estamos rascando la cabeza sobre cómo New Hampshire está tan detrás de Vermont, Massachusetts y Maine en este tema, y es el estado llamado 'Vive libre o muere'", dijo David Boyer, un consultor de Maine que ayudó lideró la campaña de iniciativa de legalización de su estado en 2016.
En el próximo año, los partidarios de la legalización de Granite State creen que finalmente pueden romper el ciclo, con un nuevo proyecto de ley y un nuevo enfoque. Los opositores, incluido Sununu, han citado la crisis de opioides del estado y la pandemia de COVID-19 y han instado a la moderación.
Pero mientras ambas partes se preparan para la próxima pelea, los defensores del cannabis en Maine y Vermont dicen que los esfuerzos en esos estados brindan hojas de ruta únicas hacia adelante.
