Por... ALAN ZIBEL
El esfuerzo insignia de la administración de Obama para ayudar a la gente en peligro de perder sus casas no está teniendo íéxito.
Más de una tercera parte de los 1.24 millones de prestatarios que se apuntaron en el programa de modificación de hipotecas de $75,000 millones, se han salido del mismo. Eso excede el número de personas que han logrado que le reduzcan los pagos de sus príéstamos para ayudarles a mantener sus casas.
El mes pasado solamente, 155,000 prestatarios dejaron el programa, lo que elevó a 436,000 el total de los que se han retirado desde que comenzó en marzo del 2009.
Unos 340,000 dueños de casas han recibido modificaciones permanentes en sus príéstamos y están haciendo sus pagos a tiempo.
Funcionarios de la administración dijeron que el mercado de casas está significativamente mejor que cuando el presidente Barack Obama asumió el cargo. Agregaron que los que fueron rechazados por el programa, recibirán ayuda de otra forma.
Pero los analistas esperan que la mayoría sufran una ejecución hipotecaria y que eso podría demorar una amplia recuperación económica.
Una razón importante por la que tantos se han salido del programa es que la administración de Obama presionó inicialmente a los bancos a que firmaran con los prestatarios sin insistir primero en una prueba de sus entradas. Cuando los bancos comenzaron posteriormente a recolectar la información, muchos dueños de casas fueron descalificados o retirados del plan.
Muchos prestatarios se quejaron de que los bancos perdieron sus documentos. La industria dijo que los prestamistas no estaban devolviendo los papeles necesarios.
Carlos Woods, de 48 años y un trabajador de una planta elíéctrica en Queens, Nueva York, hizo nueve pagos durante la fase de prueba, pero fue sacado del programa luego que el Bank of America dijo que no hizo un pago de $1,600 despuíés de eso. Su abogado dice que íél puede probar que hizo el pago.
Tales errores ``ocurren con frecuencia, desgraciadamente'', dijo su abogado, Sumani Lanka.
``Creo que mucho de ello es incompetencia''.
Un portavoz del Bank of America declinó comentar el caso de Woods.
Funcionarios del Tesoro exigen ahora a los bancos recolectar dos comprobantes de pago recientes al comienzo del proceso.
Los prestatarios tienen que darle permiso al Servicio de Impuestos Internos para que le den a los prestamistas sus más recientes declaraciones de impuestos.
El requerir a los dueños de casa que entreguen documentación de ingresos ha hecho que las personas se aparten de enrolarse en el programa. Alrededor de 30,000 dueños de casas comenzaron el programa en mayo, un gran cambio con respecto al verano pasado, cuando más de 100,000 prestatarios firmaron cada mes.
Mientras más personas dejan el programa, una nueva ola de ejecuciones hipotecarias puede ocurrir, lo que podría debilitar el mercado de las casas e impedir una amplia recuperación.
Incluso despuíés que se modifican sus príéstamos, muchos prestararios se quedan simplemente con demasiadas deudas, desde príéstamos para autos, hasta príéstamos para hipotecas de casas, hasta tarjetas de críédito.
``La mayoría de esas modificaciones no van a tener íéxito'', dijo Wayne Yamano, vicepresidente de John Burns Real Estate Consulting, una firma de investigaciones en Irvine, Califoria.
``Incluso despuíés de la modificación permanente, aún va a tener una deuda muy alta'', agregó Yamano.
Hasta ahora, 6,400 prestatarios han abandonado despuíés que la modificación de príéstamo se hizo permanente. La mayoría de esos prestatarios es probable que dejen de pagar sus príéstamos modificados, pero un puñado de ellos se verá obligado a refinanciar o vender su casa.
La agencia evaluadora de críédito Fitch Ragings proyectó que alrededor de dos terceras partes de los prestatarios con modificaciones permanentes bajo el plan de Obama dejarán de pagar de nuevo dentro de un año.
