Aunque el fraude piramidal del caso Madoff ha sido el que más repercusión mediática ha tenido, conviene no olvidar que no ha sido el único que se ha dado, ya que en Estados Unidos se han producido 20 casos similares y uno más en Europa, eso si, el caso Madoff ha sido el más grande de la historia. Todos estos casos han servido para transmitir una sensación de que los “Hedge fundsâ€son un producto maldito.
¿Por quíé? Pues por su propia filosofía, los Hedge funds son fondos de inversión libre, no están sujetos a las restricciones establecidas para la gran mayoría de fondos, pueden y lo han hecho, invertir en cualquier tipo de activos, pueden y así lo han hecho seguir las estrategias que consideren más apropiadas y endeudarse hasta varias veces su patrimonio. Normalmente son productos de muy poca liquidez y en la mayoría se establece un periodo mínimo de permanencia, durante el cual los partícipes no pueden reembolsar cantidad alguna. Es de esta manera como Bernard Madoff construyó de forma sencilla una estructura piramidal, el dinero de los nuevos partícipes servía para pagar las rentabilidades comprometidas de los antiguos.
Es en este tipo de productos en los que la banca privada ha basado su crecimiento en los últimos años y son precisamente estos productos tan sofisticados los que están ahora en la picota.
La banca privada, como bien saben ustedes, gestiona los grandes patrimonios, y en estos momentos se encuentra en la tesitura de decidir si renunciar a este tipo de productos y en consecuencia recuperar la confianza de los inversores o ser muchísimo más selectivos a la hora de “vendíérselos†a sus clientes.
Este tipo de instrumentos, producto de la innovación financiera, han sido considerados últimamente como normales, cuando no lo son, se han popularizado demasiado, se han pasado los límites de las buenas prácticas, se ha perdido transparencia y por supuesto el sentido común ha desaparecido. En consecuencia el sector se encuentra en un momento en el que tiene que replantearse su negocio, es imprescindible que la banca privada vuelva a transmitir confianza a sus inversores. Sería conveniente que, explicara muy bien estos productos y aconsejara a sus clientes aquellos productos que mejor se adecuen a su perfil inversor.
En nuestro país, no se si afortunada o desafortunadamente, la industria de los “hedge funds†es muy joven, comenzó su andadura en noviembre de 2006. En la actualidad, según la CNMV existen 25 fondos de inversión libre registrados y otros 40 fondos de fondos de inversión libre. Según el Inverco, datos de noviembre 2008, gestionaban el 0,8% del dinero total de los fondos de inversión en España, mientras que en el resto de Europa el patrimonio de los “hedge funds†suponía el 17%.
En nuestro país apenas se han desarrollado, menos mal, y algunos (Bankinter, Barclays, Nmas 1) ya han desaparecido.
Podemos considerar pues que es este el fin de estos productos, pues no, si algo positivo ha hecho el caso Madoff, es el hecho de que a partir de ahora, estos productos van a estar muchísimo más regulados, que dejaran de ser tan opacos, volverán al sitio del que no tenían que haber salido nunca jamás, las carteras de los inversores profesionales.
El caso Madoff ha asestado un golpe fatal a la credibilidad del entramado financiero. Recomponerlo no será nada sencillo, pero es tan imprescindible como urgente.
En fin, aunque sea usted un ladronzuelo, gracias señor Madoff ya que todo esto en definitiva va a ser bueno para el conjunto de los inversores
Salud y suerte en las inversiones, las vamos a necesitar.