luis rosenberg
Louis Rosenberg es un pionero de la realidad virtual y aumentada y director ejecutivo de Unanimous AI .
Algunos dicen que el metaverso no es más que publicidad exagerada , mientras que otros insisten en que transformará la sociedad.
Caigo en el último campo, pero no estoy hablando de mundos de dibujos animados llenos de avatares como muchos están lanzando.
En cambio, creo que el verdadero metaverso , el que cambiará la sociedad, será una capa de aumento en el mundo real, y dentro de 10 años será la base de nuestras vidas, impactando todo, desde las compras y la socialización hasta los negocios y la educación.
También creo que un metaverso controlado por corporaciones es peligroso para la sociedad y requiere una regulación agresiva. Eso se debe a que los proveedores de la plataforma podrán manipular a los consumidores de formas que harán que las redes sociales parezcan pintorescas. La mayoría de las personas resuenan con preocupaciones sobre la recopilación de datos y la privacidad, pero pasan por alto lo que será la tecnología más peligrosa en el metaverso: la inteligencia artificial.
La parte más peligrosa del metaverso: agentes artificiales impulsados por agenda que se ven y actúan como otros usuarios, pero en realidad son personas simuladas controladas por IA.
De hecho, si le pide a las personas que nombren las tecnologías centrales del metaverso, generalmente se centrarán en las gafas y tal vez mencionarán los motores gráficos, 5G o incluso blockchain. Pero esos son solo los elementos básicos de nuestro futuro inmersivo: la tecnología que moverá los hilos en el metaverso, creando (y manipulando) nuestra experiencia, es la IA.
La inteligencia artificial será tan importante para nuestro futuro virtual como los auriculares que acaparan toda la atención. Y la parte más peligrosa del metaverso serán los agentes artificiales impulsados por agenda que se ven y actúan como otros usuarios, pero en realidad son personas simuladas controladas por IA. Nos involucrarán en la "manipulación conversacional", apuntándonos en nombre de los anunciantes que pagan sin que nos demos cuenta de que no son reales.
