El presidente andaluz apoya, tras 10 años mostrándose en contra, la posibilidad de que una caja de ahorros de la región se una a otra de una autonomía diferente.
La posible fusión de la andaluza Unicaja y Caja Castilla La Mancha (CCM) recibió ayer públicamente el respaldo de los presidentes de ambas comunidades autónomas, los socialistas Manuel Chaves y Josíé María Barreda. Un apoyo imprescindible en una operación de estas características, dado que los respectivos parlamentos están obligados por ley a dar su visto bueno al ser una unión entre dos entidades de regiones diferentes.
De esta manera, Josíé Luis Rodríguez Zapatero salva, desde el punto de visto político, una situación límite despuíés de que la semana pasada el gobernador del Banco de España, Miguel íngel Fernández Ordóñez, abriese la puerta a la intervención de alguna entidad.
Todas las miradas se giraron entonces hacia CCM debido a la delicada situación económica que atraviesa. Es decir, de confirmarse esta posibilidad, la primera entidad financiera española en caer hubiera estado asentada en una comunidad gobernada por el PSOE.
Ante esta tesitura, el Gobierno decidió que saliese a su rescate una caja tambiíén ubicada en un feudo socialista. Y despuíés de las palabras de ayer tanto de Chaves como de Barreda, no queda duda de que finalmente será Unicaja quien se ponga el traje de bombero –tal y ya como adelantó EXPANSIí“N en la edición del sábado pasado– frente a otras opciones que se habían barajado como Ibercaja o Cajastur.
Cambio de postura
La gran incógnita era si el presidente andaluz daría su plácet despuíés de que en los últimos diez años –justamente desde que en 1999 se aprobó la Ley de Cajas de Andalucía– se ha manifestado absolutamente en contra de una fusión interterritorial. Es más, tras varios intentos fallidos cuando Magdalena Alvarez era consejera de Economía, Chaves retomó a finales del año pasado su intención de crear una gran caja andaluza, cuyo primer paso sería la integración de la malagueña Unicaja y la sevillana Cajasol.
Ante este cambio de parecer, el tambiíén presidente del PSOE federal argumentó ayer que la unión de la entidad presidida por Braulio Medel y CCM no “debe impedir, ni puede obstaculizar†la macrooperación regional. “Hay que hacerlo compatible y lo vamos a hacer compatibleâ€, aseguró tajante pese a que poco antes había asegurado que las cajas son independientes para llevar a cabo este tipo de procesos.
Mientras tanto, su homólogo de Castilla-La Mancha, Josíé María Barreda, aseguró que la fusión entre Unicaja y CCM “es posible e, incluso, puede ser probable†y precisó, además, que la Junta de Comunidades “no va a poner problemas políticos†para ello.
En una entrevista a RNE, Barreda subrayó que ve “bien†esta posibilidad, porque en este momento “lo que no tiene sentido es que todo el mundo, en lo que a las cajas se refiere, prefiera ser cabeza de ratón a cola de león, pues hay un momento en el que hay que tomar decisionesâ€.
Quienes criticaron con dureza la operación fueron los responsables del PP en ambas comunidades, aunque sus motivos fueron diferentes.
Así, los populares castellanomanchegos acusaron a Barreda de “dar las riendas de CCM a Manuel Chaves o al vicesecretario general del PSOE, Josíé Blancoâ€.
Críticas de la oposición
Como medida de protesta, los nueve consejeros del PP en la entidad han dimitido en bloque de todos los órganos que representan por la “falta de información†en torno a esta posible fusión con Unicaja y porque se está haciendo “a espaldas†de los órganos de gobierno de la caja, “que serían los competentes para aprobar una iniciativa de estas característicasâ€.
Por su parte, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, criticó que este matrimonio puede ser perjudicial para los intereses de Unicaja. “La entidad sólo debe afrontar fusiones que le fortalezcan y nunca que supongan hacerle disminuir su solvencia o que empeoren su situación financieraâ€, señaló al tiempo advirtió de que “no tienen sentido operaciones que sólo sirven para tapar la píésima gestión de otras cajas de ahorroâ€.
Pese a la avalancha de declaraciones políticas, Unicaja y CCM guardaron ayer un mutismo absoluto y se negaron a ofrecer cualquier tipo de información sobre el estado de las negociaciones.
No obstante, este periódico ha podido saber que en el seno de la malagueña existe una fuerte contestación al acuerdo al considerar que puede afectar a su solvencia futura. En todo caso, y ante las presiones políticas, la caja andaluza estaría dispuesta a dar el paso definitivo si el Gobierno de Josíé Luis Rodríguez Zapatero se compromete a ayudarla para digerir un pez del tamaño de CCM.
Por su lado, el presidente de esta última, Juan Pedro Hernández Moltó, habría quedado al margen de las negociaciones, según fuentes cercanas a la mismas.
Por último, CCOO y UGT discreparon sobre las bondades de la fusión, ya que para el primer sindicato los problemas de liquidez del sector pasan por su integración, mientras que para el segundo esta iniciativa no arreglará sus problemas financieros.
Las pistas
De consumarse la fusión, la nueva entidad se situaría como la quinta caja por depósitos y beneficios, según los datos disponibles a 30 de septiembre de 2008. Además, se convertiría en la sexta por críéditos a la clientela.