Polaris renegocia con la banca una deuda de 900 millones de euros
Alejandra Ramón / Javier Romera en El Economista
Polaris World tiene problemas para devolver la deuda de 900 millones de euros que tiene contraída con Caja Murcia, Bancaja, Popular, Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y entidades extranjeras. Precisamente por ello, la promotora que preside Josíé Luis Hernández de Arce se ha visto obligada a sentarse con los bancos y cajas y negociar los pagos pendientes.
De esos 900 millones de euros, las entidades que más riesgo tienen contraído con el grupo son Bancaja, con entre un 40 y un 60% de la deuda, y Caja Murcia, que es responsable de un 10%. El resto se reparte en pequeños porcentajes entre el Popular, la CAM y los bancos extranjeros.
El grupo de acreedores ha decidido negociar en bloque con la promotora. Las conversaciones, que ya se han iniciado según fuentes del sector financiero, giran en torno a dos propuestas. Por un lado, refinanciar la deuda ampliando plazos y, por otro, el canje de deuda por activos. Esta última solución es la modalidad a la que se han acogido la gran mayoría de las inmobiliarias. "Los activos de Polaris son muy interesantes, puesto que las viviendas ya están levantadas y nosotros podríamos esperar para venderlas", explica una fuente cercana a las negociaciones.
Se veía venir
La crítica situación económica que atraviesa Polaris World dio sus primeros avisos el pasado septiembre. En esas fechas, el grupo solicitó al Ayuntamiento de Torre-Pacheco (Murcia), donde se encuentra su sede y la mayoría de sus promociones, un aplazamiento en el pago del 10% de aprovechamiento urbanístico que corresponde al Consistorio ante la "escasez de recursos líquidos suficientes".
En total, la promotora tiene una deuda con el Consistorio, a travíés de sus filiales Hacienda Verde y Mar Menor Golf Resort, que asciende a sólo 10,5 millones de euros.
Los servicios jurídicos le dieron un respiro al grupo al aceptar sus garantías, sin embargo, el interventor municipal ha denegado la petición. Según la documentación a la que ha tenido acceso elEconomista, la promotora había solicitado y presentado un calendario de pagos fraccionados y unas garantías (oficinas y promociones) que, finalmente, tanto el interventor como el Consistorio han rechazado, puesto que las fincas ofrecidas "no están libres de cargas y gravámenes".
Este último varapalo para la empresa, que ha declinado informar sobre las negociaciones con la banca, deja la situación de la compañía a merced de las entidades financieras y al Ayuntamiento de esta pequeña localidad al borde del colapso financiero.