Rusia se enfrenta a un impago externo soberano.
Rusia podría dejar de pagar la "deuda externa" por primera vez desde 1917, en parte debido a su incapacidad para realizar pagos en dólares estadounidenses.
Rusia ha tenido problemas para cumplir con las obligaciones de la deuda con los tenedores de deuda extranjeros (e incluso podría dejar de hacer los pagos, lo que tendría consecuencias reverberantes durante una generación).