BOOM SINCRONIZADO, DESCALABRO SINCRONIZADO
Lo mejor es no hacer nada
Miíércoles, 18 de Febrero del 2009
Interesante artículo de uno de los gurús más de moda del momento, Marc Faber, en The Wall Street Journal.
En síntesis, Faber apunta a que el mundo ha gozado del mayor boom sincronizado de la historia y que ahora sufre el mayor quebranto desde la Gran Depresión. Esta es la historia de lo que puede suceder cuando los gobiernos ignoran las señales de los mercados y cuando los bancos centrales creen que los booms son eternos, añade Faber.
Faber comenta que unos tipos inusualmente bajos tras la burbuja tecnológica y la existencia de productos financieros exóticos, lideró un boom inmobiliario que permitió a los compradores adquirir viviendas sin pago inicial y a los propietarios refinanciar sus hipotecas. Despuíés vino un boom en el consumo, que llevó a un incremento en el díéficit por cuenta corriente, y un aumento de las importaciones que fueron principalmente suministrados por China y otros países asiáticos. El incremento de la exportaciones chinas provocó un fuerte aumento de la producción industrial domíéstica, ganancias en los ingresos y consumo, y tambiíén un fuerte aumento del gasto de capital ya que las capacidades debían encajar con las posibilidades de exportación. Un boom económico en China lideró un ascenso en el petróleo y en las commodities. Esta subida mejoró la salud económica del Medio Oriente y de los productores de materias primas de Latinoamíérica que veían como se aumentaba la riqueza y la compra de productos de bienes de lujo de Europa y Japón.
Otra característica única de este boom es que casi todos los activos vieron sus precios encarecerse - viviendas, acciones, commodities, arte, incluso bonos. Mientras tanto, la Fed continuaba afirmando que era imposible identificar burbujas en los precios de los activos, añade Faber en el artículo.
El primer crack comenzó en 2006 en USA, cuando los precios de los inmuebles comenzaron a ser impagables. El sobreapalancamiento en el sector inmobiliario conllevó las primeras quiebras dentro de las subprime.
Tristemente, el sistema financiero estadounidense, del cual la Fed es ampliamente responsable, resultó estar terriblemente apalancado y necesitado urgentemente de inyecciones de capital. La aversión por el riesgo creció mientras que las instituciones financieras cerraban el grifo del críédito.
En 2008, el colapso de todos los activos llevó al consumo a niveles muy bajos, causando una caída de las exportaciones, más baja producción industrial, y menos gasto de capital en China. í‰sto lideró un colapso en las commodities y en la demanda de los bienes de lujo y de capital de Europa y Japón. El ciclo alcista virtuoso se giró a un ciclo bajista con una intensidad no vista desde antes de la Segunda Guerra Mundial.
Faber comenta que las actuaciones políticas están siendo equivocadas y no es que el mercado libre haya fallado si no que las constantes intervenciones del Tesoro Estadounidense y de la Fed han retrasado los problemas en vez de resolverlos.
Y ahora ¿quíé?. Faber dice que la mejor respuesta política sería no hacer nada y dejar que el libre mercado corrija los excesos debido a imperdonables errores políticos. Más intervenciones de rescate mal concebidas y el abultamiento del díéficit fiscal están obligando a prolongar la agonía y dando lugar a otra crisis - posiblemente una depresión inflacionaria con graves consecuencias sociales.