La Comisión Federal de Comunicaciones acaba de aplicar una de las multas más importantes de la historia, $116 millones, a una operación de robocaller, pero aún está perdiendo la guerra en general.
Aunque la agencia tiene el poder de definir y proponer multas/daños, tiene que depender del Departamento de Justicia para cobrar, un sistema que deja mucho que desear.
Entonces, ahora, la agencia está solicitando a los legisladores que le otorguen más poder para combatir a los robocallers y otros estafadores de una manera más efectiva/eficiente.