China está luchando por controlar sus problemas bancarios.
A medida que continúan los disturbios en torno al sector bancario/hipotecario de China, sus censores trabajan horas extras para evitar que la información se propague dentro del país y en todo el mundo.
Además, los reguladores y los gobiernos locales han tratado de asegurar a los ciudadanos que los proyectos se completarán y que su dinero está seguro, pero hasta ahora sus esfuerzos no han calmado los temores.