Un impulso fiscal del 3% del PIB del mundo
El presidente de EE UU, Barack Obama, formalizó el miíércoles en Denver un plan económico de 787.000 millones de dólares que ejemplariza los esfuerzos públicos que se están realizando a escala internacional, a diferencia de lo que ocurrió en crisis pasadas. 'Algunas estimaciones cifran en un 3% del PIB mundial el monto de las ayudas fiscales que ya han sido anunciadas' detalla Richard Dingwall-Smith, economista jefe de la gestora británica SWIP.
La cuestión es si estas ayudas serán suficientes y tendrán un impacto decisivo en la economía. 'Dado el volumen del ajuste en el sector privado, es probable que se requieran medidas adicionales, para recapitalizar el sector bancario y mejorar el flujo de críédito, así como más rebajas de impuestos y un incremento del gasto en infraestructuras y el respaldo industrial', enfatiza Dingwall-Smith.
Otros expertos aconsejan reconducir el gasto público. 'En algún momento, los Gobiernos tienen que aceptar que algunas empresas irán a la bancarrota durante la crisis, en lugar de emplear miles de euros en tratar de salvar compañías inviables, deberían gastar el dinero de los contribuyentes más sabiamente', expone Christian Blaabjerg, de Saxo Bank. Blaabjerg apunta a un elemento central: 'rebajas fiscales para los contribuyentes'. La economía mundial sigue en la unidad de cuidados intensivos.