El ministro español de Relaciones Exteriores de España, Miguel íngel Moratinos, se reunirá el miíércoles en Quito con el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
El objetivo: tratar de favorecer un acuerdo sobre el contencioso que el Gobierno ecuatoriano mantiene con la petrolera hispano-argentina Repsol YPF.
Otros temas de la cita
El Ministro de Relaciones Exteriores de España tambiíén le trasladará al Gobierno ecuatoriano de su país para que se sume a Colombia y Perú en el proceso de negociación para lograr un acuerdo entre la UE y la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Al margen de la reunión con el presidente Rafael Correa, el canciller español Miguel íngel Moratinos se reunirá con su par ecuatoriano, Fander Falconí.
Ambos cancilleres firmarán el convenio entre Ecuador y España sobre el derecho de voto y evaluará los proyectos de canje de deuda que hay en marcha por valor de 40 millones de euros (alrededor de USD 50 millones) en áreas como salud, infraestructuras y educación.Moratinos se verá durante la visita con empresarios españoles para evaluar la situación de sus inversiones en Ecuador. De igual modo, para firmar el acuerdo de reciprocidad para que los ciudadanos ecuatorianos que residen legalmente en España puedan votar en las elecciones municipales de 2011.
El viaje a Quito, el primero desde que es Ministro de Exteriores, se prolongará hasta el viernes para clausurar la reunión de embajadores españoles en Amíérica Latina. Esa cita será inaugurada un día antes por la secretaria de Estado española para Iberoamíérica, Trinidad Jimíénez.
El conflicto entre Ecuador y Repsol se abrió en 2007, pocos meses despuíés de la llegada a la Presidencia de Correa y de su anuncio de que se debían revisar los contratos de las grandes petroleras extranjeras para equilibrar sus ganancias con las del Estado.
Las amenazas de expulsión por parte del Ecuador llevaron a Repsol a presentar varias demandas ante la Corte Internacional de Arbitraje Relativas a Inversiones (Ciadi) del Banco Mundial.
Despuíés de algunos acercamientos, el litigio ha vuelto a agravarse por la orden dictada por Correa el pasado día 14 de reclamar a Repsol y a la francesa Perenco el pago de impuestos por las ganancias extraordinarias obtenidas por la explotación de crudo.
Trinidad Jimíénez, en un encuentro con periodistas, afirmó que las conversaciones entre el Gobierno de Ecuador y la compañía están abiertas. Por ello, adelantó que la presencia de Moratinos en Quito puede ayudar a resolver las discrepancias.
“No podemos entrar en la negociación, pero sí favorecer. Es un proceso largo y complicado al tratarse de un cambio en la modalidad del contrato y en la fiscalidad aplicadaâ€, explicó la Secretaria de Estado española.
Agregó que la voluntad del presidente Correa es que Repsol se quede en Ecuador, como tambiíén lo desea el Ejecutivo español.
“Queremos que se mantenga la inversión y se llegue a un acuerdo. Vamos a hacer todo lo que estíé en nuestra manoâ€, añadió.
La política migratoria será otro asunto de conversación por el interíés del canciller Moratinos en dejar claro a Correa que las medidas que viene aprobando la Unión Europea (UE) no apunta contra los extranjeros que residen legalmente en Europa, sino contra la inmigración clandestina.
La semana que termina, la Comunidad Andina (CAN) pidió a la UE que revise la normativa que impone sanciones para empleadores de ciudadanos de terceros países en situación irregular en Europa.
En una nota señaló “que la aprobación de esta directiva tendrá un impacto negativo en la promoción y protección de los derechos humanos y laborales†de los irregulares.