Una bomba con espoleta de retardo
Publicado en Expansión por Josíé Antonio Fernández Hódar
Las gestoras de hedge fund podrían estar vendiendo a críédito más acciones de las que circulan libremente de un valor. Una tremenda bola de nieve que se va autoalimentando y que puede salpicar a compradores, vendedores e intermediarios.
Volvemos a insistir sobre el tema de las ventas a críédito, una operativa que, en nuestra opinión, no se debe prohibir, pero es necesario someterla a un estricto control para evitar cualquier situación riesgo. Por lo que hemos podido recabar, los intermediarios españoles respetan la directiva de la CNMV, en la que se prohibe las ventas en descubierto, que consiste en vender unos títulos que no tenemos. Pero lo que nadie termina de tener claro es si Iberclear lo tiene atado y bien atado.
Iberclear es el organismo encargado del registro contable, compensación y liquidación de valores admitidos a cotización en las bolsas españolas. Cuando adquirimos acciones, el depositario lo que recibe es la numeración de las mismas, lo que se denomina referencias tíécnicas. En teoría, debe tenerlas al día siguiente de la compra D+1; en la práctica, hay gestoras de hedge fund que tardan más de tres días en entregarlas, y la penalización –el tipo de interíés diario– es tan ridícula, que les compensa ampliamente ser penalizados.
Una legión de estas gestoras: Harbinger, Tiger Global, Calipso Capital, Samlyn Capital LLC.. están moviendo diariamente millones de títulos. Y si su control se escapa de la capacidad de Iberclear, nos podemos encontrar con un mercado sobrevendido, en el que resulte, prácticamente imposible recomprar los títulos vendidos, porque no hay papel que los respalde. Nos podemos encontrar hasta con una estafa a nivel internacional.
Y no se trata de crear inquietud, pero da cierto miedo ver 700, 800 ó más de mil millones de títulos tomados en príéstamo, y vendidos, de un valor, sin saber de dónde han salido. No es posible, nos decía esta semana un alto cargo de una empresa cotizada, que se hayan vendido 227 millones de acciones a críédito, que suponen 18,37% del capital. Para muchos, no hay otra explicación que el príéstamo de títulos, para ser vendidos, sin tenerlos, aunque la gestora dispongan de paquetes de referencias tíécnicas que va colocando aquí, recogiendo de allí y volviendo a colocar. Todo es cuestión de que se vayan animando y entren en territorio peligroso.
Para el operador a la baja, la venta de futuros y opciones entraña menos riesgo en el caso de una vuelta violenta del mercado, salvo que MEFF se atore, como ocurrió en el verano de 1998, algo que ya forma parte de la historia. Pero en el príéstamo de títulos hay que ir a buscarlos al mercado y pagar lo que pidan por ellos. Banco Santander, con una negociación media de 78 millones de acciones, tiene vendidas a críédito 847 millones de títulos –10,8 veces su media–. Si el mercado, por algo, se diera la vuelta, los propietarios de acciones del banco cántabro, que están perdiendo, no van a vender sus títulos a la primera de cambio. Aguantarán, seguramente más, de lo que puedan aguantar los vendedores de los títulos.
No es una operativa carente de riesgo, aunque los bajistas sigan apuntando, y mucho, hacia los profundos infiernos.