La ingeniería social ataca de nuevo, desbloqueando la bóveda maestra de LastPass.
La última actualización del administrador de contraseñas sobre sus dos violaciones de seguridad el año pasado reveló cómo un pirata informático accedió a la información del cliente.
El mal actor obtuvo acceso a los datos corporativos y de los clientes al piratear la computadora personal de un empleado e instalar un malware registrador de teclas, que les permitió acceder al almacenamiento en la nube de la empresa.
Es otro ejemplo de que incluso las empresas responsables de administrar y proteger nuestros datos pueden ser víctimas de estrategias simples como la ingeniería social.