Los grandes tambiíén sufren: Caída histórica de los gigantes del Ibex
Por Ruth Ugalde en El Economista
Hasta los buques insignia del mercado español, agrupados en el selectivo índice Ibex 35, han sufrido con dureza en sus cuentas el impacto de la crisis financiera. Un golpe capaz de comerse, incluso, los esfuerzos de estas compañías por mejorar sus ventas, objetivo que han conseguido, como demuestra el incremento del 7,5 % en la cifra de negocios conjunta de estas empresas, que suma el escalofriante importe de 364.453,12 millones de euros, pero insuficiente para saldar el año en positivo.
Al contrario, las mayores compañías de la bolsa española han sufrido una caída histórica de sus beneficios. Quince empresas del Ibex 35 ?Abertis, Acciona, Banco Popular, Sabadell, Bankinter, BBVA, Bolsas y Mercados, Cintra, FCC, Ferrovial, Iberia, Sacyr Vallehermoso, Santander,Telecinco y Telefónica?, han tenido un resultado inferior al cosechado en 2007.
Y eso que el global de todo el índice apenas se apunta un descenso del 0,2 por ciento en los beneficios, hasta 45.571,48 millones de euros. Pero esta cifra está distorsionada por los cerca de 5.000 millones de extraordinarios que se ha anotado Endesa por la venta de activos a E.ON. De hecho, si se excluye este atípico, la media de las grandes empresas españolas se ve obligada a reconocer una caída del beneficio del 10,6%.
Algo inimaginable hace apenas un año y que exige remontarse hasta 2002 para encontrar otro descenso de los resultados. Entonces, el índice de referencia se dejó un 25% golpeado por la crisis tecnológica y las secuelas del 11-S. Dos golpes duros, pero más estacionales de lo que se prevíé para esta crisis.
Ganan, pero menos
A pesar del fuerte e histórico descenso que han sufrido las grandes compañías españolas en sus cuentas de resultados, siguen siendo unas máquinas de hacer dinero, como demuestran los 40.779,7 millones de euros que suman entre todas, incluso despuíés de eliminar la distorsión de Endesa. De hecho, sólo tres empresas del selectivo se han visto obligadas a tener que reconocer números rojos: Ferrovial, cuyas píérdidas ascienden a 838 millones de euros; Sacyr Vallehermoso, con 176,7 millones; y Cintra, con 56,3 millones.
El hecho de que la mayoría del Ibex 35 disfrute, a pesar de todo, de unas elevadas ganancias, capitaneadas por la banca, el sector elíéctrico y Telefónica, ha llevado a algunas voces a alzarse en contra de los recortes masivos de personal como fórmula para esquivar la crisis. Al fin y al cabo, estas empresas ganan dinero, y mucho, aunque sea menos que en 2007.
Además, un simple repaso a las tres principales magnitudes de una cuenta de resultados ?facturación, beneficio bruto operativo (ebitda) y beneficio neto?, indica que estas compañías están inmersas en una cuesta abajo. Pero con frenos, ya que tanto sus ingresos como su ebitda aumentan en el cómputo global, y donde más se resienten es en la ganancia neta.
Motivos de la caída
Detrás de esta caída se esconden diversos motivos. Pero uno especialmente significativo, por el entorno actual, es el disparado endeudamiento de gran parte del Ibex 35, que se traduce en unos costes financieros capaces de comerse gran parte de su actividad ordinaria. Conscientes de este lastre, las grandes compañías españolas han dedicado gran parte de sus esfuerzos a sanear los balances, como demuestra el adelgazamiento de sus compromisos financieros en un 10%. Sin embargo, este ahorro sigue siendo insuficiente, ante la situación actual del mercado ya que continúan sumando unos escalofriantes compromisos financieros por importe de 206.354,64 millones de euros.
Si se pone esta cifra en relación con el beneficio bruto operativo, los titanes de la bolsa suman un apalancamiento de 3,18 veces ebitda. Este ratio indica la capacidad que tienen las compañías para pagar sus deudas en función del beneficio de sus actividades y, para desolación del mercado español, la cifra nacional triplica la medla de las compañías británicas, francesas y alemanas. ¿Moraleja? Las empresas del Ibex 35 deberán seguir adelgazando sus deudas.
Vender para sobrevivir
Para alcanzar el objetivo de reducir la deuda, el camino más rápido pasa por tomar el atajo de las desinversiones, como ya están haciendo la inmensa mayoría de los grupos. El problemas es que los precios tambiíén están bajando y la falta de críédito amenaza con desinflar todavía más las pujas.
Por tanto, las compañías están siendo cautas en sus políticas de desinversiones, intentando escalonarlas y centrándose en aquellos activos que, realmente, puedan alcanzar un precio satisfactorio y ajustado a sus necesidades.
Quizás el sector que mejor escenifique esta disyuntiva sean los grupos de infraestructuras. Salvo FCC y OHL, las otras cuatro grandes empresas del sector ?Acciona, ACS, Ferrovial y Sacyr Vallehermoso? están a la cabeza del pelotón de empresas interesadas en desprenderse de activos para reducir deuda. De hecho, durante el pasado ejercicio ya firmaron importantes ventas, como la cesión del 45 por ciento de Unión Fenosa por parte de ACS (operación que ha terminado de sellarse este mismo mes de febrero) o la venta de las autopistas de Itínere por parte de Sacyr.