El ya ex consejero delegado de Metrovacesa, Jesús García de Ponga, no era el único directivo de la inmobiliaria cuyo contrato estaba blindado. El informe anual de gobierno corporativo presentado por la firma a la CNMV recoge que, al cierre de 2008, eran siete los dirigentes que gozaban de algún tipo de cláusula de blindaje, cuando el año anterior sólo eran dos.
Román Sanahuja, hasta hace unos días máximo accionista de Metrovacesa, blindó los contratos de sus hombres de confianza en la alta dirección de la inmobiliaria antes de dejar la compañía en manos de su banca acreedora.
El informe anual de gobierno corporativo presentado por la compañía ante la CNMV recoge que al cierre de 2008 había siete contratos de consejeros o directivos con algún tipo de cláusula de blindaje.
Una de ellas ya ha sido ejecutada y es la que corresponde al ya ex consejero delegado de Metrovacesa, Jesús García de Ponga, que recibió hace unos días una indemnización bruta de 2,4 millones de euros al ser relevado de sus responsabilidades al frente de la inmobiliaria.
Fuentes de la compañía han confirmado que los otros seis blindajes protegen a otros tantos altos directivos de la compañía, cuyas identidades no se revelan en ninguno de los informes públicos que la compañía ha remitido a la CNMV.
Otras fuentes cercanas a la sociedad añaden, sin dar nombres, que sus identidades se corresponden con las personas de confianza de que se rodearon Román Sanahuja y Jesús García de Ponga tras el pulso que acabó con Joaquín Rivero fuera de la compañía.
Indemnizaciones millonarias
La información proporcionada por la antigua dirección de la inmobiliaria con sede en Barcelona al órgano regulador detalla que los compromisos de compensación previstos se activarán 'para casos de despido o cambios de control' en la compañía y sólo beneficiarán a 'consejeros ejecutivos o miembros de la alta dirección de la sociedad'.
En cuanto a la cuantía de las indemnizaciones a cobrar en caso de que se concrete alguna de las contingencias previstas -se exime el pago de estas cláusulas en el caso de que la Justicia determine que se trata de un despido procedente-, la inmobiliaria comunica a la CNMV que íésta será de 2,465 millones de euros.
Es decir, que en el caso de que el nuevo equipo directivo encabezado por Vitalino Nafría decidiera rodearse de un grupo de personas de confianza y prescindir de la clase directiva vinculada a Sanahuja y García de Ponga el pago por indemnizaciones se acercaría a los 15 millones de euros.
Tal vez ahí se encuentra la razón por la que el cese de García de Ponga no se acompañó del de sus directivos de confianza.
Al margen de la junta
Lo más curioso del caso es que cuando en febrero de 2008, Metrovacesa presentó a la CNMV su preceptivo informe de gobierno corporativo referente al ejercicio de 2007 el número de consejeros y directivos con contratos con cláusulas de blindaje era de sólo dos, por lo que la decisión de blindar a la alta dirección de la inmobiliaria se adoptó en el transcurso del año pasado, cuando la situación de la firma parecía hacer inevitable una intervención final de la banca acreedora.
Además, según se recoge en el informe de gobierno corporativo de Metrovacesa, la decisión de aprobar estos blindajes fue tomada unilateralmente por el consejo de administración a propuesta del presidente de la compañía, Román Sanahuja, sin someter dicha decisión en ningún momento a la junta general de accionistas.
No es la primera vez que Metrovacesa blinda a sus directivos. De hecho fue la única inmobiliaria que aparecía en un informe sobre el particular realizado por CC OO en 2006.
Traspaso de deudas
La salida de los Sanahuja de Metrovacesa les servirá para reducir en 2.700 millones su deuda con distintas entidades financieras. í‰ste es el valor que se ha dado al paquete del 65,5% traspasado a Banesto, Caja Madrid, BBVA, Santander, Popular y Sabadell.
Las retribuciones al consejo cayeron el 63,1%
Los sueldos pagados al consejo por parte de la inmobiliaria sufrieron un dramático descenso durante el pasado ejercicio. De los 10,13 millones que se abonaron en 2007, se pasó en 2008 a la cifra de 3,74 millones, lo que supone un descenso del 63,1%, según el informe de gobierno corporativo remitido a la CNMV. Esta notable diferencia responde, sobre todo, a una razón: en 2007 Metrovacesa se vio obligada a hacer frente a los pagos por indemnizaciones a los ejecutivos que abandonaron la sociedad junto al ex presidente de la compañía, Joaquín Rivero.
La de las indemnizaciones no fue la única partida que se redujo. Las retribuciones fijas abonadas al consejo pasaron de 919.000 euros a 816.000. Las variables, por su parte, se redujeron a la mitad: de 1,04 millones a 500.000 euros. Las atenciones estatutarias menguaron el 16,3% hasta 2,38 millones.
Los consejeros ejecutivos se llevaron la mayor parte de la tarta, 1,5 millones de euros del total de 3,74 millones (8,1 millones en 2007). La segunda mayor partida correspondió a los externos dominicales (el que forma parte del consejo por su condición de accionista de la sociedad), que recibieron 1,41 millones (855.000 euros el ejercicio anterior).
Román Sanahuja recibió una retribución como presidente del consejo de administración de 552.000 euros.