El hundimiento de las ventas y del valor de mercado de los activos inmobiliarios a lo largo de 2008 ha golpeado de forma inmisericorde a las firmas cotizadas del sector del ladrillo, que se anotaron unos números rojos superiores a los 8.520 millones de euros en el pasado ejercicio. Sólo Martinsa Fadesa pierde 2.471 millones de euros.
En 2007, Colonial, Metrovacesa, Martinsa Fadesa, Reyal Urbis, Afirma, Parquesol, Renta Corporación, Testa, Realia, Urbas, Aisa y Sotogrande aún sumaron un beneficio de 1.450 millones de euros, lo que muestra de la factura que ha dejado la crisis inmobiliaria entre las firmas del parquíé. Según avanzan los expertos de forma unánime, el ejercicio 2009 se presenta, en el mejor de los casos, similar a 2008.
La última inmobiliaria en presentar los resultados del pasado año, Martinsa Fadesa, anunció ayer unas píérdidas de 2.471 millones de euros en 2008, frente a un beneficio de 60 millones de euros en 2007, como consecuencia de unas provisiones y dotaciones de 2.264 millones de euros derivadas de la depreciación de su cartera de activos.
Patrimonio negativo
En concurso de acreedores desde julio de 2008, Martinsa Fadesa presentaba el 31 de diciembre del pasado año un patrimonio contable negativo de 671 millones de euros. Según la empresa, “dicho patrimonio negativo es resultado fundamentalmente de las provisiones reversibles que se han dotado en el mes de junio sobre la base de valoración de activos realizada con dicha fecha de referenciaâ€.
A 30 de junio de 2008, los activos de Martinsa Fadesa tenían un valor de 7.733 millones de euros. La empresa, cuya cifra de negocio consolidada se desplomó un 48% en 2008, hasta 626 millones de euros, no ha actualizado el valor de sus activos a fecha de 31 de diciembre de 2008. Martinsa explica que realizó "ventas especiales de activos por valor de 201 millones de euros". El resultado bruto de explotación (ebitda) del grupo presenta una cifra negativa de 328 millones de euros, veinte veces más que en 2007.
Todas las inmobiliarias del parquíé se han visto obligadas a realizar ingentes provisiones debido a la depreciación de sus activos y de sus participaciones financieras. En total, estas provisiones rondan los 6.200 millones de euros, con la inmobiliaria Colonial (2.372 millones), Martinsa (2.264 millones) y Metrovacesa (780 millones de euros), a la cabeza. En el caso de Reyal Urbis, que a 30 de septiembre había realizado provisiones por valor de 252 millones de euros, aún se desconoce la cifra a 31 de diciembre.
El incremento en las píérdidas viene acompañado de un desplome en las ventas y en el resultado bruto de explotación de las inmobiliarias, con la excepción de Reyal Urbis, cuya facturación mejora un 58% debido a las ventas de activos a sus bancos acreedores.
Deuda por activos
Esta política de canje masivo de deuda por activos, que está convirtiendo a los bancos en las primeras inmobiliarias del país, ha tenido un efecto positivo: el descenso en el nivel de endeudamiento de las compañías. Con la venta a sus bancos acreedores del 15% de FCC y del 33% de SFL, además de la suscripción de una emisión de deuda por importe de 1.400 millones de euros, Colonial ha conseguido reducir en cerca de 2.500 millones de euros su endeudamiento, que ahora ronda los 6.000 millones de euros. í‰ste es tambiíén el caso de Metrovacesa, la inmobiliaria controlada por seis de los bancos acreedores de Román Sanahuja. Metrovacesa devolvió su joya de la corona, la torre del HSBC, a la entidad financiera británica, reduciendo su endeudamiento en casi 1.000 millones de euros.
Política
La contrapartida de esta política de canje de deuda por activos es el desplome del valor y de la dimensión de las carteras de estas compañías, ya de por sí muy deterioradas por la depreciación de los inmuebles y del suelo. Colonial es el mejor ejemplo: el valor de sus activos se ha desplomado casi un 30% con respecto a 2007. En el caso de Metrovacesa, el deterioro de la cartera es del 21% con respecto al valor que presentaba en 2007.
En resumen, todo el sector inmobiliario que cotiza en el parquíé está en números rojos. Las dos únicas empresas que se mantenían en beneficios hasta el tercer trimestre del pasado año (Realia y Parquesol) se han sumado a la sangría de píérdidas de sus competidoras. Según los expertos, este panorama se repetirá inevitablemente en 2009, y eso en el mejor de los casos. La ausencia de perspectivas de un repunte en las ventas de viviendas y con unos activos inmobiliarios cuyo valor de mercado está lejos de haber tocado suelo, los expertos prevíén que lo peor puede estar por llegar.