"The Economist" advierte al Gobierno español en su último número de que podría haber quedado "como un tonto" despuíés de que Enel adquiriera el control sobre Endesa. En un artículo, la publicación británica afirma que, "tras años de batallas legales, orgullos heridos y compromisos de cara a la galería", el culebrón de Endesa ha llegado a su fin. "Todo comenzó cuando el Gobierno español intentó una fusión entre Endesa y otra compañía española, Gas Natural, en un esfuerzo para crear un campeón nacional" en el sector energíético, explica.
Sin embargo, la revista asegura que esta operación ha dado una "clara lección", que es que "los intentos de los políticos por crear campeones energíéticos pueden tener consecuencias inesperadas y pueden provocar que el Gobierno en cuestión quede como un tonto".
En esta línea, "The Economist" critica el "torpe intento" del Gobierno de fusionar Endesa y Gas Natural, y acusa al Ejecutivo de "hacer todo lo que pudo por obstaculizar a E.On pidiendo a la Comisión Europea que interviniese" despuíés de que la alemana lanzase una OPA sobre la compañía española.
"Al final, Enel se llevó Endesa trayendo a un socio español, Acciona, que satisfizo los sentimientos nacionales", apunta la revista en el artículo.
Sin embargo, asegura que la decisión de la italiana de dejar a Acciona tener un voto de control en la empresa española fue "un desastre", ya que las dos empresas "se pelearon sobre la estrategia de la compañía y Endesa sufrió una falta de mando".
"Quejas de los españoles"
La publicación británica se hace eco tambiíén de las "quejas de los españoles" que critican que entre 1997 y 1998 el Gobierno privatizo Endesa para hacerla más eficiente y rebajar el precio de la electricidad, "y ahora ha vuelto a manos gubernamentales", ya que Enel está controlada en un 31,2% por el estado italiano.
"Los españoles fallaron a la hora de crear un campón nacional, con el resultado de que el campeón de otro país se ha hecho ahora mucho más poderoso en el mercado europeo", concluye la revista.