En noviembre y diciembre de 2008 las entidades ingresaron 9.300 millones del fondo de liquidez e invirtieron justo 9.000 millones más que un año antes en obligaciones y bonos del Estado.
Quid pro quo. El Estado recupera la liquidez concedida al sector financiero casi al mismo ritmo al que la desembolsa. Y son los bancos y las cajas los que se la devuelven. Los datos oficiales revelan que el comienzo del plan de apoyo público a la banca se vio aparejado por un incremento similar de la deuda estatal que adquirieron las entidades de críédito.
Si el Tesoro Público se hacía con activos de las instituciones financieras por valor de 9.339 millones de euros, íéstas le devolvían 8.939 millones a travíés de la compra de bonos y obligaciones del Estado. Los intereses son semejantes en ambos casos.
En los dos meses finales de 2008 las entidades aceleraron de forma notoria la compra de deuda estatal. Coincidiendo con la puesta en marcha del Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF), los bancos y las cajas aumentaron su cartera de bonos y obligaciones a vencimiento en 15.485 millones de euros, cuando un año antes lo hicieron en 6.546 millones.
Cabe destacar que en los 10 primeros meses de 2008 se registró una bajada significativa (-1.654 millones de euros) de esa deuda estatal en poder de la banca. Sin embargo, tras las dos primeras subastas del FAAF, el sector financiero le dio la vuelta al calcetín. El saldo pasó a ser 13.831 millones de euros mayor que un año antes, y no por las diferencias anuales en las amortizaciones, sino por el auge de la deuda soberana desde que aceleró la crisis.
A 31 de diciembre de 2008, por tanto, la balanza entre las compras de la banca al Estado y viceversa en estos dos campos estaba casi a cero. En enero, sin embargo, la mayor necesidad de financiación pública y la bajada del ráting del Tesoro de AAA a AA+ por parte de Standard & Poor’s han disparado el apetito financiero por la deuda del Tesoro, que ofrece un interíés más alto que la referencia alemana. Además, el Estado emite mucho más: unos 800 millones de euros al día (ver EXPANSIí“N del 26 de febrero).
El FAAF compra en firme cíédulas a tres años y se hace con activos con pacto de recompra (repos) a dos años, por un importe total de 30.000 millones ampliables a 50.000. Ya se han adjudicado 19.341 millones, en cuatro subastas. Portavoces del sector financiero señalan que la banca destina una parte de esos fondos a “hacer acopio de liquidez†ante la llegada de lo peor de la crisis.
Por ahora, entre el saneamiento de los balances bancarios y la inversión de las entidades en deuda pública, la principal misión del plan de apoyo –“impulsar la financiación a empresas y ciudadanosâ€â€“ ha fracasado.
No en vano, los príéstamos a empresas y a familias crecen a los menores porcentajes desde 1996 y de toda la serie histórica, respectivamente. Sin embargo, el críédito a las administraciones públicas se disparó un 23% en 2008, 11 veces más que en 2007.
Los representantes del sector arguyen que “el propósito de la ayuda estatal se ha vendido mal, porque el dinero es fungible [se consume con el uso, no según finalidades]â€. Y si las entidades han consumido lo que han recibido en adquirir deuda estatal, íése ha sido su uso, y no otro, arguyen.