Por MÓNICA CHIN
El Fondo de Educación del Grupo de Investigación de Interés Público de EE. UU. descubrió que los Chromebooks baratos, debido a su corta vida útil y la falta de reparabilidad, son menos sostenibles y más costosos para las escuelas que los dispositivos más caros.
A principios de 2020, cuando la pandemia de covid hizo que las aulas estuvieran en línea, los distritos escolares se vieron en la necesidad de comprar portátiles asequibles al por mayor que pudieran enviar a casa con sus estudiantes. Muchos recurrieron a Chromebooks.
Tres años después, el Fondo de Educación del Grupo de Investigación de Interés Público de EE. UU. concluye en un nuevo informe llamado Chromebook Churn que muchos de estos lotes ya están comenzando a romperse. Eso potencialmente le está costando dinero a los distritos; PIRG estima que "duplicar la vida útil de los Chromebooks podría resultar en $1.8 mil millones en ahorros para los contribuyentes". También genera bastante basura electrónica.
Uno de los grandes problemas es la reparabilidad. Los Chromebook son más difíciles de actualizar y reparar, en promedio, que las computadoras portátiles con Windows. Eso es en parte, descubrió el PIRG, porque las piezas de repuesto son mucho más difíciles de conseguir, especialmente para elementos como pantallas, bisagras y teclados que son particularmente vulnerables a las caídas, sacudidas, empujones y derrames que provienen del uso escolar.
Por ejemplo, los investigadores descubrieron que casi la mitad de los teclados de reemplazo enumerados para Acer Chromebooks estaban agotados en línea y que más de un tercio costaba "$ 89.99 o más, que es casi la mitad del costo de un Chromebook típico de $ 200". Algunos departamentos de TI, informa PIRG, han recurrido a comprar lotes adicionales de Chromebooks solo para sus componentes.
