El primer ministro de China, Wen Jiabao, admitió hoy que su país enfrenta "desafíos sin precedentes" debido a la actual crisis económica, pero pronosticó que pese a ello la economía china crecerá 8.0 por ciento durante 2009.
Al inaugurar la Asamblea Nacional Popular (ANP), la cita política más importante del gigante asiático, Wen tambiíén previó que la inflación se mantendrá controlada en 4.0 por ciento.
"Nos enfrentamos a desafíos y dificultades sin precedentes. La crisis financiera mundial continúa extendiíéndose y agravándose", subrayó Wen frente a tres mil delegados y diputados procedentes de todas las regiones del país.
"Mientras adoptemos y apliquemos las políticas y las medidas adecuadas seremos capaces de alcanzar este objetivo", dijo Wen, en un discurso televisado en directo.
Según varios especialistas chinos, el gigante asiático necesita un crecimiento del 8.0 por ciento para mantener la creación de puestos de trabajo y mitigar el impacto social de la crisis, que ya rovocó la píérdida de 20 millones de empleos en todo el país.
Las autoridades chinas tomaron a principios de noviembre un plan de estímulo económico valorado en cuatro billones de yuanes (590 mil millones de dólares) para impulsar, hasta 2010, el consumo interno, pero algunas fuentes aseguran que la ANP (el Parlamento chino) lo elevará hasta los seis billones (885 mil millones).
Wen tambiíén anunció que el díéficit presupuestario se elevará a 950 mil millones de yuanes (139 mil millones de dólares), el 3.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Este díéficit ríécord está, según Wen, dentro de los "límites que puede soportar el país".
Durante la apertura de la sesión anual de la ANP, el jefe de gobierno tambiíén advirtió del "grave problema" que supone la corrupción en el país.
"La corrupción sigue siendo un problema grave en algunas localidades y regiones. El gobierno no tolerará jamás que una organización o un individuo se aproveche personalmente de un aumento brusco del gasto público", indicó.
Wen tambiíén anunció que Pekín llevará a cabo un "estricto control" para esclarecer cómo se emplea el dinero público y dejó la puerta abierta a nuevos pasos para mejorar las relaciones entre China y Taiwán.
"China reforzará la cooperación económica con Taiwán para responder colectivamente a la crisis financiera global", señaló, asegurando que Pekín está dispuesto a "mantener conversaciones sobre asuntos políticos y militares" con la isla rebelde. (Con información de Notimex/APB)