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Autor Tema: Cómo impacta la rebaja de los tipos en el bolsillo del ciudadano  (Leído 782 veces)

Eguzki

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Un recorte en los tipos de interíés oficiales influye en el precio al que los bancos se prestan dinero entre sí­ y paulatinamente produce una rebaja del nivel de la referencia hipotecaria por excelencia: el Eurí­bor. Así­, el efecto más palpable para la economí­a familiar es la reducción de la cuota de la hipoteca.

Tambiíén deberí­a serlo para una pyme que pida o amplí­e un críédito, pero los bancos tienen la última palabra (conceder el príéstamo y en quíé condiciones) y, por ahora, la caí­da del precio del dinero no se ha traducido en mayor liquidez.

Los que no tienen un príéstamo, quizá tengan unos ahorros y para ellos llegan las malas noticias: ni la bolsa ni los depósitos a plazo les darán rentabilidad a lo largo de este año. De hecho, será difí­cil encontrar un lugar donde invertir porque la perspectiva es que los tipos sigan a la baja.

Vivienda
Las hipotecas podrí­an bajar más del 30%. Los hipotecados a los que les toca la revisión del príéstamo en marzo, serán los primeros en saborear las mieles de un Eurí­bor por debajo del 2% (si no tienen por contrato un lí­mite más alto). Las previsiones apuntan a que la referencia por excelencia de estos críéditos finalice el mes por debajo incluso del 1,9%, lo que podrí­a llevar a una cuota media, cerca de los 640 euros para una hipoteca de 150.000 euros, a 26 años con un diferencial del 0,5%) .

Los expertos discrepan sobre el suelo del Eurí­bor, pero en verano la referencia se situará previsiblemente alrededor del 1,5%. De ser así­, la cuota caerí­a al entorno de los 610 euros, casi un 35% menos que un año antes.

Inversión a plazo
Los depósitos pierden atractivo. Pese a la necesidad que tienen las entidades financieras de captar liquidez, la rentabilidad de los depósitos a plazo cae con celeridad, en lí­nea con el abaratamiento del precio del dinero. Aunque muchos bancos conservan en sus escaparates agresivas ofertas de depósitos para atraer a clientes, lo cierto es que la rentabilidad media de estos productos, según el Banco de España, ha disminuido conforme se han moderado los tipos de interíés.

Con los tipos al 2% en enero, la rentabilidad de un depósito a plazo para familias era del 3,4%, casi un punto porcentual menos que un año antes. Para las empresas la rentabilidad era del 2,7%, tambiíén inferior a la de enero de 2008.

Renta variable
La bolsa no siente pero padece. Habitualmente, un recorte de tipos tan agresivo para Europa como el que se abordó ayer, hubiera supuesto una bocanada de aire fresco para la bolsa. La mayorí­a de las empresas cotizadas están fuertemente endeudadas y una caí­da de tipos de interíés les beneficia para facilitar la refinanciación. Tambiíén además por las buenas perspectivas que se abren para el consumo.

Sin embargo, la bolsa agravó ayer su caí­da, en parte porque el recorte de tipos estaba descontado y desde el parquíé no se percibe un cambio de perspectiva. Con los tipos tan bajos y la bolsa en negativo, el ciudadano que tenga ahorros va a tener complicado obtener rentabilidad por su dinero en los próximos dos años.

Precios
El IPC marca la estrategia del BCE. A diferencia de la Reserva Federal de EEUU, el Banco Central Europeo (BCE) tiene como mandato mantener la estabilidad de precios y no impulsar el crecimiento. Por eso, la polí­tica monetaria que se practica en Europa tiene como principal referencia el nivel de inflación, cuyo objetivo es un 2% de media cada año.

Las constantes caí­das de los precios, lastrados por el recorte del barril de petróleo, han permitido al BCE continuar reduciendo el precio del dinero para incentivar el consumo y mantener así­ los precios. Sin embargo, sobre algunos paí­ses europeos continúa aleteando el riesgo de una deflación, lo que pone en entredicho la validez de la polí­tica monetaria como único instrumento.

Consumo
El miedo le gana al deseo de gastar. Reactivar el críédito y por tanto el consumo es el objetivo que subyace en el recorte de tipos del BCE, que entiende que así­ se entra en un nivel sano de precios. Sin embargo, el miedo a perder el empleo o a que la economí­a empeore, ha congelado las decisiones de consumo de los europeos.

Así­, la tasa de ahorro de los hogares de la zona del euro ha remontado a su nivel más alto de los últimos cuatro años (14,4%) y la española sigue la misma tendencia. Además, las duras condiciones que exigen las entidades financieras a la hora de conceder un críédito tambiíén han echado para atrás las compras de los inversores más atrevidos o que habí­an encontrado por finuna ganga.

Los expertos prevíén más descensos pero sin llegar al 0%
A.M. Ví‰LEZ

La esperada e histórica bajada del precio del dinero decidida ayer por el Banco Central Europeo (BCE) satisfizo a los analistas, que prevíén nuevos recortes ante la maltrecha situación de la economí­a de la UE y la ausencia de riesgo de inflación (cuyo control es la primera prioridad del banco). Sí­ descartan que el precio del dinero acabe en el 0%, como ha ocurrido en Estados Unidos. "El BCE no tiene trayectoria ni una capacidad de reacción tan urgente como la Fed" estadounidense, recuerda Gregorio Izquierdo, director de estudios del Instituto de Estudios Económicos.

Para el economista jefe de Cemex, Manuel Balmaseda, el suelo de los tipos en Europa está en "niveles próximos a cero": en torno al 0,5%. Confí­a en una pronta bajada, aunque el BCE dejará margen: "Se corre el riesgo de llegar [al nivel mí­nimo] demasiado rápido y entrar en una espiral de liquidez, como le pasó a Japón".

Tanto Balmaseda como el economista jefe de Intermoney, Josíé Carlos Dí­ez, consideran muy importante la referencia que ayer hizo el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, a la posibilidad de adoptar medidas "heterodoxas", como la compra de activos deteriorados a los bancos para sacarlos de su balance. Una medida "no tan distinta de la Corporación Bancaria que se creó en España con la crisis de los 80", recuerda Juan Josíé Toribio, director del IESE.

"A diferencia de lo que ocurre en España con el Fondo para la Adquisición de Activos Financieros [que obliga al Tesoro a emitir deuda pública para financiarlos, lo que resta liquidez al sistema], si lo hiciera el BCE, la liquidez podrí­a aumentar porque tiene capacidad de emitir dinero", dice Dí­ez, que considera que, de adoptarse, serí­a una decisión "fantástica" para España.