La crisis acelera las necesidades de financiación de las empresas. Hasta ahora las ampliaciones de capital se han disparado especialmente en la banca, pero los expertos temen que otros sectores se vean obligados a acudir al mercado para reestructurar sus balances. Los analistas estiman una avalancha de nuevo papel este año de unos 300.000 millones de euros en Europa.
La crisis ha forzado a muchas empresas a acudir al mercado en busca de financiación para garantizar su supervivencia o reforzar la solvencia. HSBC ha sido una de las últimas en anunciar una operación de calado y los expertos prevíén que la tendencia afecte tambiíén a otros sectores debido al previsible deterioro de los resultados.
'Debido al elevado coste de la deuda, la caída de los negocios operativos y la debilidad de los balances empresariales en algunos sectores, es muy probable que las empresas acudan al mercado en busca de financiación', explica Goldman Sachs, firma que estima que las ampliaciones de capital fuera del sector financiero pueden oscilar entre los 100.000 y los 300.000 millones de euros este ejercicio.
Citi, en la misma línea, recuerda que la caída de los beneficios deteriorará de forma significativa los balances y los flujos de caja de las empresas por lo que no descarta que las necesidades de liquidez de las empresas europeas oscilen entre los 200.000 y los 300.000 millones de euros entre este año y el próximo. 'La deuda neta sobre la capitalización ha rondado el 20% en los últimos 15 años. Para que este ratio caiga al 25% desde el 36% actual las empresas europeas necesitarían 220.000 millones de euros, cifra que ascendería a 330.000 para llegar al 20%', explica el banco. En cuanto al sector financiero comenta que pese a haber colocado ya 200.000 millones de euros, probablemente necesite otros 100.000 millones.
Los expertos, no obstante, explican que aunque el aumento de la morosidad claramente incrementará las necesidades de financiación del sector, estimar la cantidad requerida se complica ya que gran parte de la misma podrá llegar en forma de ayudas gubernamentales, bien mediante inyecciones de capital, tomas de participaciones o avales.
Las empresas con balances poco saneados y una capitalización de mercado como porcentaje del valor de la empresa inferior al 60% pueden ser las próximas en empresas con necesidades de capital, según Citi. Una lista en la que representantes del sector de automoción, la construcción y las utilities predominan. Por el contrario, las empresas de servicios petrolíferos, la tecnología, las farmacíéuticas y algunos representantes del sector industrial presentan perspectivas menos preocupantes. 'Las emisiones en estas compañías son posibles pero de darse será para financiar el crecimiento y no para sobrevivir', matiza Citi.
En cualquier caso, otros expertos comentan que dadas las difíciles condiciones de mercado actuales, muchas empresas tratarán de agotar todos los cartuchos posibles antes de ampliar capital. Por ello se prevíé que primero se reduzcan los dividendos y los gastos empresariales. Y es que las acciones ya han sufrido fuertes castigos en Bolsa y para encontrar compradores de nuevos títulos hay que ofrecer descuentos desorbitados que diluyen aún más los precios. Eso sin contar tambiíén las primas elevadísimas que cobran los bancos colocadores a día de hoy dada la incertidumbre.
Lo curioso es que pese a todo, este año el número de acciones aumenta en Europa por primera vez desde 2005 debido al efecto de las ampliaciones de capital, ahora que las empresas han dejado de recomprar títulos propios y las exclusiones de Bolsa se han frenado por la escasa actividad del capital riesgo.
Las cifras
43.000 millones de euros en acciones se han retirado de media del mercado entre 2006 y 2008, según Citi.
36% es la relación actual entre la deuda neta y la capitalización de las empresas europeas, según la firma.
El elevado coste de encontrar compradores
Encontrar compradores de renta variable se ha convertido en una tarea muy compleja en los últimos meses. La desconfianza impera y por ello apelar al mercado implica un coste elevadísimo.
'A las empresas les interesa hacer ampliaciones de capital cuando la acción va bien para financiar la expansión y proyectos nuevos. En el momento actual el mercado lo recibe mal y encima hay que pagar primas elevadísimas', comenta Josep Monsó, de GVC Gaesco.
Santander emitió 7.200 millones de euros en acciones el pasado diciembre a de 4,5 euros, un precio que suponía un descuento del 46% respecto a los 8,34 euros a los que cotizaba la acción cuando se anunció la operación. Una prima elevadísima que suele acercarse más al 15% en íépocas normales. El emisor debe asumir, además, las tarifas de los aseguradores y colocadores, tambiíén desorbitadas a día de hoy por el riesgo que supone no poder cubrir la operación.
La apertura del mercado de capitales a las empresas de negocios más estables permitirá que muchas opten por esta vía antes de recurrir a las ampliaciones de capital. 'Mientras las empresas puedan emitir deuda dudo que salgan al mercado', comenta Joaquín Casasús, de Abante.
La supervivencia, no obstante, ha obligado a muchos bancos a acudir al mercado a la desesperada y a representantes de otros sectores como se ha visto en España con Afirma. ¿Se podrá absorber todo el papel?
'Si el mercado se centra en la recuperación económica las ampliaciones de capital se verán como algo positivo pero si la economía sigue díébil las acciones seguirán cayendo', comenta Goldman Sachs.