Esta compañía no cotiza ni es emisora. No está sujeta a la CNMV
La emisión de pagaríés tampoco es competencia del Banco de España
'Es totalmente atMadrid.- Rumasa vuelve a estar en pie y, esta vez, con ganas de hacer ruido y ser tomada como una empresa seria. Sigilosamente, comprando año tras año empresas al borde de la quiebra, el holding empresarial de la familia Ruiz Mateos, que fue expropiado hace ahora 26 años, ha renacido con el mismo símbolo de antaño, la abeja, y una consigna muy clara: volver a ganarse la confianza del pueblo.
Desde aquíél fatídico 23 de febrero de 1983, los Ruiz Mateos han recordado todos los años la intervención con protestas más o menos esperpíénticas. Manifestaciones contra el PSOE, disfraces de superman, Ruiz Mateos abalanzándose contra Miguel Boyer (¡que te pego, leche!), pancartas contra la intervención...
Este año, en cambio, todo ha sido diferente. En plena crisis financiera, con el paro por encima de los 3,3 millones de personas y el Banco de España dudando si intervenir algún banco o caja, Rumasa ha 'resucitado' con un anuncio a doble página en los principales periódicos proponiendo "una magnífica oportunidad de inversión".
La compañía ofrece pagaríés con una rentabilidad garantizada del 8% anual y vencimiento a un año. La única condición es que el capital mínimo invertido supere 50.000 euros. La empresa justifica esta operación en la necesidad de crecer. "Requerimos dinero de la gente porque vamos a adquirir varias empresas que harán mucho más fuerte el grupo", explican fuentes de la compañía.
La noticia ha supuesto un bombazo en la comunidad inversora, y ha sido interpretada en algunos círculos económicos como una demostración de fuerza de los Ruiz Mateos. Con los tipos de interíés en mínimos históricos y la Bolsa de capa caída, ofrecer una rentabilidad tan alta supone una cierta burla al sistema financiero. "Parece que quieren decir: somos Rumasa, y aunque nos deis por desaparecidos, aún estamos aquí y somos capaces de captar más dinero que cualquier banco y crear empleo en íépocas de crisis", afirma un economista que siguió de cerca la expropiación de Rumasa.
La emisión de pagaríés por parte de una compañía no cotizada es algo muy poco frecuente. "Es la primera vez que se ve una operación similar por parte de una empresa no cotizada y totalmente privada", afirma Carlos Orduña, presidente del Registro de Economistas Asesores Financieros. "Es totalmente atípico", corrobora Ignacio Cantos, analista de Atlas Capital. "Sobre todo con toda esa publicidad que han desplegado".
Rumasa, apelando a un cierto vacío legal y a las simpatías que aún despierta el nombre de Ruiz Mateos en muchas partes de España, ha decidido dar un triple salto. En la compañía no dan cifras del dinero que quieren captar, pero aseguran que los inversores están respondiendo "mucho mejor de lo que se esperaba".
El primer anuncio que se publicó en prensa la semana pasada generó un gran malestar en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el organismo supervisor de la Bolsa. Nueva Rumasa anunciaba que la emisión de pagaríés estaba autorizada por la CNMV. Sin embargo, el organismo se apresuró a desmentir tal extremo, aduciendo que la ley del mercado de valores entiende que los inversores que aportan más de 50.000 euros [como los requeridos por Nueva Rumasa] se consideran inversores cualificados y por tanto no requiere supervisión.
"Esta compañía, además, no cotiza ni es una empresa emisora, y por tanto, no está sujeta a la CNMV", aseguró a MERCADOS una portavoz del organismo. Nueva Rumasa no se achantó y publicó anuncios renovados incluyendo la rectificación. "Han puesto el mínimo de 50.000 euros aposta, para no tener supervisión y hacerlo sólo a travíés de la publicidad", interpreta el experto del Colegio de Economistas.
La emisión de pagaríés de la empresa de Ruiz Mateos tampoco es competencia del Banco de España, ya que no se trata de una entidad financiera. ¿Quiíén supervisa entonces esta emisión de pagaríés? ¿A dónde puede acudir un inversor si dentro de un año Rumasa no le paga lo prometido? "La única opción es reclamar ante un juez", explica Orduña.
Este experto advierte de los riesgos de una inversión de esta clase: "No tiene ningún respaldo detrás, a no ser las empresas que integran el grupo. Pero a la persona que desee invertir le recomiendo que pida cuentas auditadas, una entrevista con el director financiero del grupo y que se rodee de la máxima información que pueda recabar al respecto". Orduña sospecha de la alta rentabilidad que ofrece la compañía. "Nadie explica dónde se va a emplear el dinero de la emisión, y por tanto, cómo va a ser capaz la empresa de obtener esa rentabilidad", afirma.
El analista de Atlas Capital, Ignacio Cantos, tambiíén es cauto a la hora de recomendar la inversión. "Hasta ahora, este tipo de emisiones las habían hecho empresas semipúblicas, como RTVE, Red Elíéctrica, etcíétera, que al fin y al cabo, tienen el respaldo del Estado detrás", explica. "Pero es complicado analizar la capacidad de pago de una empresa como Nueva Rumasa, no hay un banco líder que explique los números de la compañía".
No obstante, este analista no ve tan descabellada la rentabilidad que ofrece la compañía. "Hay productos bancarios que están ofreciendo el 12%, lo que quiere Rumasa es financiación pura y dura". Este experto afirma que aunque pueda parecer extraña la emisión de pagaríés, la compañía se ha basado en el modelo anglosajón, donde es muy frecuente acudir al mercado en busca de financiación en vez de a los bancos.
ípico', dicen los analistas