SpaceX vive un lanzamiento agridulce de Starship.
La compañía voló este fin de semana por segunda vez su cohete más potente jamás construido.
Y aunque el propulsor Super Heavy y la etapa superior de Starship tuvieron que volar en el aire, todavía se consideró un gran éxito para la compañía, ya que alcanzó nuevas alturas.
Los informes dicen que el sistema automatizado de terminación de vuelo (FTS) a bordo del propulsor Super Heavy se activó inesperadamente, lo que provocó que explotara prematuramente. Aún no está claro por qué ocurrió esto.