El número matemáticamente ‘mágico’ que puede atraer la suerte de la lotería
El investigador indio Kaprekar de Devlali se dedicó a jugar con los números y descubrió un número constante secreto que llevan en su interior
Y alguien ha encontrado un “agujero negro matemático”, el número que absorbe todos los demás. O más exactamente, el numero al que al final llegan todos.
Y este número al que tienden todos se conoce como la constante de Kaprekar.
Es el 6174, el 06174 en su versión lotera.
¿De dónde sale esta cifra?
Todo empezó en el año 1949, cuando el matemático indio Kaprekar de Devlali, especialista en Matemáticas Recreativas, creó y presentó en un congreso un proceso conocido después como la Constante de Kaprekar.
Este estudioso descubrió que llevada a cabo una sucesión de restas con cuatro dígitos que no sean iguales tres o cuatro de ellos (cifras del tipo 1111, 2222, 3343 5666 quedan excluidos), esas operaciones acaban siempre en el resultado 6174 y a partir de ahí, siempre volverá a salir esa cifra.
Pero esas cuentas hay que hacerlas de una determinada manera
Para llegar a esa cifra mágica hay que seguir unos determinados pasos. Se elige un número de cuatro cifras, por ejemplo 5471. Se reordena de manera que con esos cuatro dígitos se escribe el valor más alto posible, que en este caso es 7541, y el valor más bajo, que es 1457. Ahora, hay que restar el menor al mayor, 7541-1457, y se obtiene el 6084. Se vuelve a reordenar esta nueva cifra como antes 8640 y 0468. Se repite la resta y se obtiene 8172. Se replican los dos pasos, reordenación (8721 y 1278) y resta, una cantidad variada de veces y se acaba llegando al 6174.
¿Cómo se sabe que hay que parar aquí? Porque cuando se repita con este número los dos pasos vuelve a resultar 6174. Es decir, la resta entre el valor máximo, 7641, y el mínimo, 1467, vuelve a ser 6174.
Por eso mismo se dice que este conjunto de dígitos es el núcleo para la operación de Kaprekar.
Muchos matemáticos consideran al 6174 como el agujero negro matemático al probar también esta operación con un número de tres dígitos, para descartar casualidades. Así, al aplicar la constante de Kaprekar se repetía un mismo número, por lo que la regla queda evidenciada.